Sabemos que una dieta equilibrada es la clave para un estilo saludable pero, ¿podríamos inclinar aún más la balanza hacia nuestra salud con ciertos nutrientes, incluso reducir potencialmente el riesgo de cáncer? Esto es lo que han concluido un equipo de científicos de la Universidad de Georgia (Estados Unidos) cuyo último trabajo sugiere que un buen nivel de ácidos grasos omega-3 y omega-6 en la dieta está relacionado con un menor riesgo de desarrollar cáncer.
“Los niveles más altos de omega-3 y omega-6 se asociaron con tasas más bajas de cáncer. Estos hallazgos sugieren que la persona promedio debería centrarse en obtener más de estos ácidos grasos en su dieta”, explica Yuchen Zhang, autor principal del estudio y estudiante de doctorado en la Facultad de Salud Pública de la UGA en su trabajo publicado en la revista International Journal of Cancer.
Son potentes nutrientes; grasas esenciales que nuestro cuerpo necesita pero que es incapaz de producir por sí solo, por lo que el aporte nos llega a través de los alimentos que comemos. Los omega-3 abundan en pescados grasos como el salmón, la caballa y las sardinas, así como en las semillas de lino, las semillas de chía y las nueces. Los ácidos grasos omega-6 se encuentran en aceites vegetales como el de maíz, girasol y soja, así como en frutos secos y semillas. Ambos son esenciales para numerosos procesos fisiológicos: tienen efectos antiinflamatorios, son buenos parra el corazón, el cerebro, parar la salud de la piel y el cabello…
Estudios anteriores habían mostrado que los ácidos grasos omega-3 y omega-6 desempeñan un papel esencial en la salud general de una persona. Pero ahora, los investigadores han encontrado que los ácidos grasos también pueden ofrecer protección contra varios tipos de cáncer.
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Andrea Muñoz
Para este estudio, los expertos analizaron los datos médicos de más de 250.000 personas incluidas en el Biobanco del Reino Unido -con una edad media de 56,4 años y siendo casi el 91% eran blancos-, a las que se les hizo un seguimiento durante más de 10 años, centrándose en la presencia de omega-3 y omega-6 en su sangre y la incidencia de 19 tipos específicos de cáncer. De esos participantes, casi 30.000 desarrollaron algún tipo de cáncer durante el período del estudio.
Las grasas saludables reducen el riesgo de desarrollar 19 tipos de cáncer
El equipo comparó los niveles sanguíneos de PUFA (grasas poliinsaturadas) omega-3 y omega-6 con el riesgo de cáncer, expresado como porcentaje de los ácidos grasos totales (omega-3% y omega-6%). Los lugares de cáncer fueron cabeza y cuello, esófago, estómago, colon, recto, tracto hepatobiliar (hígado y vesícula biliar), páncreas, pulmón, melanoma maligno, tejido conectivo blando, mama, útero, ovario, próstata, riñón, vejiga, cerebro, tiroides y tejido linfoide y hematopoyético (que produce células sanguíneas).
“Los ácidos grasos omega-3 y omega-6 son grasas poliinsaturadas, esenciales para numerosas funciones corporales”
Se observó una asociación notable entre unos niveles más elevados de ácidos grasos omega-3 y omega-6 y una menor probabilidad de desarrollar cáncer. Es más; los científicos descubrieron que los beneficios de los niveles elevados de ácidos grasos no dependían de otros factores de riesgo como el IMC, el consumo de alcohol o la actividad física. Concretamente, los autores observaron que las personas con niveles elevados de Omega-3 tenían menos incidencia de cáncer de colon, estómago, pulmón y otros tipos de cáncer del tracto digestivo. Respecto al omega-6, también demostró su valor al estar vinculado con tasas reducidas de hasta 14 tipos distintos de cáncer, entre ellos, cáncer de cerebro o cáncer de vejiga, cáncer de pulmón, de colon, de tiroides, de páncreas, de riñón, de vejiga e incluso melanoma maligno.
“Creo que es muy interesante pensar en la pregunta que siempre nos hacen, que es ¿cómo influye la dieta y lo que ingerimos en el riesgo de cáncer? Y este es uno de los primeros estudios en los que muy bien podría haber una asociación”, concluyen los investigadores.
Sabemos que una dieta equilibrada es la clave para un estilo saludable pero, ¿podríamos inclinar aún más la balanza hacia nuestra salud con ciertos nutrientes, incluso reducir potencialmente el riesgo de cáncer? Esto es lo que han concluido un equipo de científicos de la Universidad de Georgia (Estados Unidos) cuyo último trabajo sugiere que un buen nivel de ácidos grasos omega-3 y omega-6 en la dieta está relacionado con un menor riesgo de desarrollar cáncer.