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La miel, de la que existen más de 300 tipos, es un líquido dulce producido por las abejas mediante el néctar de las flores. Como explican desde la Clínica Mayo, este alimento ha sido utilizado desde tiempos antiguos por sus propiedades medicinales y nutritivas, y está compuesto de azúcar, aminoácidos, vitaminas, minerales, hierro, zinc y antioxidantes, siendo una alternativa más nutritiva al azúcar blanco.
Los efectos positivos de incluir una cucharada de miel al día en la dieta han despertado el interés de la comunidad médica y científica, destacando su potencial para prevenir y tratar diversas afecciones. De la miel son conocidos los efectos antiinflamatorios, antioxidantes y potencial antibiótico tópico, pero no se habla tanto de sus efectos si se consume a diario.
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Juan Montagu
Una de las principales bondades de la miel radica en sus efectos sobre el sistema cardiovascular. En un estudio publicado en PubMed, los investigadores señalaron que la miel tiene un efecto cardioprotector, y modula la oxidación gracias a sus capacidades antioxidantes. Además, es capaz de reducir la presión arterial, restablecer los latidos del corazón, “reducir las áreas de infarto de miocardio, mejorar el metabolismo de los lípidos como la reducción del colesterol LDL y los triglicéridos, ejercer propiedades antienvejecimiento y atenuar la apoptosis celular”.
El consumo regular de miel también podría tener efectos positivos en personas con enfermedades como la diabetes o la hiperlipidemia. Según un estudio publicado por National Center for Biotechnology Information (NCBI), se ha observado que el consumo moderado de miel puede mejorar la tolerancia a la glucosa y la salud cardiovascular en individuos que padecen estas condiciones, aunque se requieren más investigaciones para confirmar estos hallazgos.
Propiedades antiinflamatorias y antibióticas
Otro de los beneficios de la miel es su capacidad para actuar como un agente antiinflamatorio y antibiótico. Su uso para aliviar la tos y suavizar la garganta ha sido ampliamente documentado, especialmente en variedades como la miel de eucalipto y cítricos. Esto la convierte en un remedio natural eficaz para infecciones leves de las vías respiratorias.
Además, la Fundación Española del Corazón explica que cada tipo de miel tiene propiedades terapéuticas específicas según la flor de origen. Por ejemplo, la miel de romero es tonificante, la de tomillo es antiséptica, la de azahar es sedante, la de eucalipto es eficaz contra catarros, y la de brezo es rica en hierro.
La miel es un remedio natural efectivo para aliviar la tos y suavizar la garganta
Precauciones y recomendaciones
A pesar de sus numerosos beneficios, es fundamental consumir la miel de manera moderada debido a su alto contenido en azúcares. Los expertos recomiendan sustituir otros edulcorantes por miel, siempre que se haga de forma ocasional. Además, la miel no es segura para los bebés menores de 1 año, ya que puede causar botulismo infantil, una afección grave provocada por la bacteria Clostridium botulinum.
Las personas con alergias al polen de abeja o con sensibilidad a ciertos componentes de la miel también deben tener precaución. En casos raros, estas alergias pueden desencadenar reacciones adversas graves, como mareos, náuseas, vómitos o incluso problemas respiratorios.
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