El sueño es una necesidad fisiológica del ser humano, porque en este periodo de descanso se restablecen las funciones de nuestros órganos. A la vez que se agrega al intelecto todo lo que aprendemos en el día. Sin embargo, la agitada vida moderna ha hecho que los individuos desestimen la importancia de un descanso reparador para mantener una óptima salud física y mental. Llevando a degenerar el equilibrio en los estados de vigilia, que pueden tornarse incapacitantes.
Según algunas investigaciones hechas sobre la actividad eléctrica en el cerebro, los periodos de descanso nocturno se rigen por fases específicas, que cumplen con el propósito de relajar los músculos, bloquear la respuesta a estímulos sensoriales y disminuir la actividad cerebral, para entrar en un sueño Delta o restaurador. Donde se disminuye la tensión arterial, baja el ritmo de la respiración y se incrementa la producción de la hormona de crecimiento. (Sueño, 2008)
Dormir plácidamente para estar saludable y feliz
Los médicos aconsejan establecer hábitos de vida saludable, donde alimentarse bien, hacer ejercicio y dormir entre 6 a 8 horas de acuerdo a las necesidades del individuo, es necesario, para disminuir los riesgos de contraer enfermedades y vivir una vida productiva y llena de bienestar.
1 Fortalecer el sistema inmunológico
es posible, con un descanso reparador. Permitiendo combatir infecciones, gérmenes y toxinas. De igual manera que crece la posibilidad de minimizar el riego de contraer enfermedades respiratorias. Formando una barrera protectora contra la hipertensión arterial y las enfermedades cardiovasculares.
2. Mantener el peso ideal,
Es una opción alcanzable. Con una alimentación balanceada, actividad física y estados de sueño adecuados. Por tanto, es necesario entender que cuando dormimos liberamos una hormona supresora del apetito llamada Leptina, que regula el metabolismo, evitando la ansiedad y la ingesta calórica. Convirtiéndose en una razón motivadora para mejorar nuestra calidad de sueño.
3. Mejorar la memoria y la concentración.
Gracias a que cuando dormimos establecemos nuevas conexiones neuronales que trasladan la información a corto plazo, en memoria a largo plazo. Permitiendo que lo que aprendemos, exploramos y vivimos cada día, se fije en nuestra caja de recuerdos. Por tanto, es importante estimular nuestros conocimientos, estudiando, leyendo e investigando, para fortalecer nuestro cerebro.
4. Disminuye la ansiedad.
Cuando se consigue un sueño reparador, la parte física y psicológica de nuestro cuerpo está dispuesta a enfrentar las situaciones que se presenten, reduciendo el estrés, la agitación y la angustia, en una forma natural. Respondiendo probablemente en una forma resiliente y equilibrada, que nos ofrece una mejor calidad de vida.
5. Favorece los ciclos de vigilia y sueño.
Cuando dormimos nuestro cerebro controla la temperatura corporal, favorece la correcta secreción hormonal, ajusta el metabolismo y activa el sistema inmune. De tal manera que cuando estamos despiertos podemos estar alertas, activos y productivos sin sentir fatiga, ni depresión.
La Clínica del sueño en México, en unión con la Universidad Autónoma de México, recomienda tener buenas prácticas de sueño, que incluyen buscar un ambiente cómodo de poca iluminación, Disminuir la ingesta de alimentos 3 horas antes de ir a la cama, evitar las actividades de alerta y hacer ejercicios de respiración. Buscando un sueño de calidad que otorgue grandes beneficios a la salud física, mental y emocional de la sociedad, en forma integral. (UNAM, s.f.)