Cómo no quedarse ciego por usar lentillas: la historia de Nuria Jordá

En España, un 55% de la población utiliza gafas graduadas según un estudio publicado por Vision Direct, esto es, unos 26 millones de personas. Sin embargo, muchas de ellas optan por usar lentillas. Los defensores de las lentes de contacto apuestan por su comodidad, por ejemplo a la hora de practicar deporte, mientras que otros simplemente lo hacen por estética. 

En cualquier caso, pocos hablan de los riesgos de usarlas a diario, lo que puede provocar daños irreversibles en la vista, hasta el punto de llegar a quedarse ciego, de un ojo o de ambos, por lo que conviene extremar las medidas de higiene en los ojos. Pero ahí no acaba la cosa, porque el uso prolongado de lentillas puede provocar infecciones, como la queratitis bacteriana, sobre todo en los meses de verano, tal y como advierten los especialistas del Servicio de Oftalmología del Hospital Clínico Universitario de Valencia. 

Para visibilizarlo, y nunca mejor dicho, la influencer Nuria Jordá, conocida por haber padecido un tumor que le provocó disfagia, es decir, una enfermedad que le dificulta tragar elementos sólidos y líquidos. Así pues, en este caso, la joven catalana ha contado a través de sus redes sociales el proceso por el cuál ha perdido la visión de un ojo. En cualquier caso, cabe recordar que algunos de los síntomas de alerta que pueden indicar que existe una infección de este tipo son dolor, pérdida de visión, lagrimeo, fotofobia, y en ocasiones se puede apreciar una mancha blanquecina sobre la córnea.

Cómo quedó ciega de un ojo por “cosas que hacemos todos”

Lo primero que explica, es que fue el mal uso de la caja de las lentillas: “Yo llevaba con la misma caja desde la última vez que compré el bote de líquido”. “Como no lo cambiaba me duraba una barbaridad”, reconoce. Ella comenzó con su problema en el ojo en septiembre y confiesa que llevaba el mismo bote “desde junio más o menos”. “Lo que hacía era ir cambiado de caja de lentillas y decía ahí las guardo”, señala. Y como estuvo usándola diez años, no le prestó atención.

Su segundo gran error fue irse a la cama con ellas puestas: “Muchas veces me he quedado a dormir en casa de alguien y no tenía líquido de lentillas”. La chica, en esas situaciones, pensaba: “Venga, las pongo en un vaso con agua normal y y mañana me las pongo”. O en otros momentos, contaba que venía de fiesta y no se las quitaba: “quedan dos horas para las diez de la mañana que me voy a levantar”. Por eso, decía “para qué voy a quitármelas, me las dejo puestas”.

Y aquí viene otro punto importante: la relación con el agua: “Yo no tenía ni idea que no me podía duchar con lentillas“. Sí que conocía que por el cloro o la suciedad, “suponía que piscina o playa” no eran buenas, pero para ellas son muy importantes las lentillas: “Yo es que me meto en la ducha con cinco dioptrías yo no veo nada”. En cualquier caso, la joven recalca que “hay que quitárselas, hay que dejar el ojo descansar“. Un año después, Nuria Jordá cuenta como ha sido su proceso hasta ahora. 

¿Cuánto rato puedes dormir con lentillas?

Mientras tenemos el ojo cerrado, el aporte de oxígeno al ojo es menor y con la lentilla puesta se reduce todavía más. Además, aumenta el riesgo de padecer infecciones porque son una superficie excelente para la reproducción de bacterias. Las consecuencias pueden ser leves o pasar a ser de mayor gravedad si dormir con las lentillas puestas se convierte en un hábito.

Entre los daños leves destacan enrojecimientos y picores, pero también sequedad ocular y visión borrosa, a los que se suele sumar la dificultad para quitarse la lentilla porque esta se queda pegada al ojo. En los casos más graves puede llegar a causar conjuntivitis, cuando se infecta e inflama la conjuntiva, daños en la superficie de la córnea, como úlceras que pueden dejar daños permanentes, o inflamación de la córnea, también llamada queratitis.

¿Cómo debe ser el cuidado de los lentes de contacto?

  • Bañarse en piscinas siempre con gafas de natación para evitar infecciones o conjuntivitis tóxicas por los productos químicos, como el cloro.
  • Proteger los ojos del sol es una medida igual de importante y que está ocasionando problemas a largo plazo.
  • No dormir con las lentillas, puesto que la noche es un periodo de menos flujo de oxígeno al ojo. 
  • Adquirir unas gafas solares de calidad, evitando comprarlas en establecimiento que no ofrezcan garantías de seguridad.
  • Realizar un examen anual de los ojos, sobre todo, si las lentes de contacto están demasiado holgadas o demasiado sujetas.
  • No utilizar las lentillas pasado el tiempo recomendado. 
  • Limpiar las lentillas y su contenedor de forma adecuada. 
  • Nunca se debe limpiar las lentillas con agua del grifo o con la boca. El agua del grifo no es estéril y podría contener organismos que causan varias infecciones graves.
  • Las lentes de contacto deberían limpiarse con una solución comercial específica y siguiendo las instrucciones proporcionadas por el fabricante. Limpiar y secar su caja cada día y rellenarla con nueva solución en vez de rellenar la solución del día anterior.

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