Cómo afrontar los dos grandes miedos del cáncer de mama según los expertos: recaídas y metástasis

Antes de que finalice el año 2024, se habrán diagnosticado más de 36.000 nuevos casos de cáncer de mama en España. Tras el diagnóstico y con la evolución de la enfermedad, existen dos realidades del cáncer de mama que generan en muchas ocasiones, según las pacientes, gran incertidumbre compartida pero también unos cuidados a los que prestar especial atención: el alto riesgo de recaída y la metástasis. 

Según nos informan desde laboratorios Lilly, en torno al 80 por ciento de los pacientes con cáncer en nuestro país se queda con dudas sobre las potenciales recaídas de la enfermedad tras la consulta médica. Entre las más de 200 dudas reales de pacientes y oncólogos que recoge la guía elaborada por Lilly, se encuentran precisamente aquéllas que relacionan las metástasis con las recaídas.

¿Son todas las recaídas metástasis o todas las metástasis recaídas? Con ayuda de cuatro expertas, dos de ellas doctoras, vamos a dilucidar cuáles son las diferencias entre ambos conceptos, y cómo pueden las pacientes de cáncer de mama afrontarlos.

El mejor arma contra el cáncer: la información

El diagnóstico del cáncer de mama supone un gran impacto para quien lo recibe, generando dudas que, en la mayoría de los casos, no se llegan a expresar en consulta médica por motivos como el miedo, la vergüenza o el bloqueo. Cuando las pacientes reciben el diagnóstico de metástasis o cuando posteriormente tienen una progresión, son momentos de gran incertidumbre y vulnerabilidad. Por eso es imprescindible que puedan disponer de información clara y precisa por parte de todos los profesionales involucrados en su cuidado. 

Un médico pasando consulta a su paciente.
La comunicación fluída con el médico es fundamental para afrontar el futuro a medio plazo.
Maskot

Para que las pacientes se abran, es necesario que se encuentren en un entorno de confianza y empatía para poder preguntar sobre tratamientos, efectos secundarios, ensayos clínicos, cuidados y todo lo que afecte a su bienestar físico o emocional. El acompañamiento por parte de otras pacientes en su misma situación también suma, y para ello es fundamental la labor de las asociaciones de afectados.

Laboratorios Lilly, en colaboración con la Federación Española de Cáncer de Mama (FECMA), la Asociación Española Cáncer de Mama Metastásico (AECMM) y el aval del grupo de investigación clínica en cáncer SOLTI, han puesto en marcha el movimiento ‘Entre Ellas. Dos realidades del cáncer de mama, un mismo cuidado’ para apoyar la divulgación de información médica de calidad entre la población.

Y es precisamente eso, la información, el principal arma para hacerle frente a los designios de la enfermedad. Las pacientes de cáncer de mama declaran, en su gran mayoría, que sus grandes incertidumbres, una vez han recibido el diagnóstico e, incluso cuando han conseguido quedar libres de la enfermedad (por diferentes periodos de tiempo), es saber si habrá recaída, o si hay posibilidades de desarrollar metástasis.

¿De qué hablamos cuando hablamos de metástasis?

La doctora Isabel Álvarez, oncóloga médica del Hospital Universitario Donostia, “cuando hablamos de metástasis a distancia nos referimos a cuando la enfermedad afecta a lugares que no son la localización inicial, en este caso la mama o los ganglios regionales”. 

Un médico con una paciente en consulta.
La metástasis puede aparecer ya desde el diagnóstico inicial o llegar más tarde.
Getty Images

Estas metástasis pueden aparecer clínicamente y de forma evidente al diagnóstico de la enfermedad, “o aparecer después de un tratamiento inicial que es cuando hablamos de recaída metastásica. Ojo, que también puede ser que no aparezcan nunca. Y ese es nuestro objetivo, conseguir que con los tratamientos cada vez haya menos recaídas. En el caso de que las haya, pretendemos que los tratamientos sean cada vez más eficaces”.

En referencia a la enfermedad metastásica, aproximadamente un 6 por ciento de las pacientes  diagnosticadas con cáncer de mama tienen ya metástasis desde el comienzo, mientras que el 30 por ciento desarrollarán metástasis con el tiempo, incluso años después de finalizar los tratamientos. “La mayoría de ellas habrían presentado criterios clínicos de alto riesgo de recaída en el diagnóstico”.

¿Qué significa que haya una recaída tras un cáncer de mama?

Respecto al segundo concepto que más preocupa a las pacientes tras recibir el diagnóstico e iniciar tratamiento, las recaídas, la doctora Eva Ciruelos, coordinadora de la Unidad de Cáncer de Mama y Ginecológico del Hospital Universitario 12 de Octubre expone que “las recaídas, por definición, son la reaparición del tumor después de que éste haya sido diagnosticado en situación precoz, y de que la paciente haya tenido un periodo más o menos largo de ausencia de enfermedad“.

Imagen de archivo de una mujer preocupada.
El periodo de tiempo sin enfermedad varía según numerosas circunstancias y en cada mujer es diferente.
MASIMBA TINASHE MADONDO / PIXABAY

El tiempo del que habla la doctora, en cada paciente es distinto, puesto que depende de múltiples circunstancias. “Este periodo sin enfermedad es muy variable, desde meses hasta años, dependiendo de los factores pronóstico que presente el tumor al comienzo”.

Concretamente, la doctora Ciruelos especifica que, “en el cáncer de mama luminal, el más frecuente, cerca del 30 por ciento de las afectadas, sobre todo aquellas que se diagnostican con estadio II o III, pueden tener una recaída a largo plazo. Las posibilidades van a depender de factores como la edad o el estado menopáusico; y también de otros factores del propio tumor como tamaño, presencia o no de los ganglios axilares afectados, y el número del genotipo (biología de las células que conforman ese cáncer luminal)”.

Información profesional para desterrar los falsos mitos

Dentro de la iniciativa ‘Entre ellas’ se ofrece material informativo que pretende ser de utilidad para las pacientes de cáncer de mama, ofreciéndolas información real sobre las recaídas y las metástasis, con el objetivo de desterrar los falsos mitos. Para ello, las doctoras consideran fundamental diferenciar entre los tipos de recaídas y los nuevos tumores que pueden aparecer.

Paciente oncológica en una clínica estética.
Cuanta más información tiene la paciente, mejor podrá afrontar cada nueva circunstancia.
Freepick

La primera recaída se denomina Ipsilateral, y ocurre en la misma mama que el tumor original, en una zona cercana al lugar en el que estaba localizado el cáncer primario. La segunda clasificación se llama Local/Regional, y se trata de una recaída que aparece en el área cercana a la cirugía original, como en los ganglios linfáticos axilares o alrededor de la clavícula.

Continuando con la información profesional, nos encontramos con el Segundo cáncer de mama Contralateral: un nuevo tumor en la mama opuesta al original. No se trata de una metástasis del cáncer primario, sino de un nuevo cáncer independiente. El cuarto tipo de tumor se denomina Segundo cáncer Primario, y hace referencia al desarrollo de un nuevo cáncer primario en una ubicación distinta a la del original. No tiene por qué estar relacionado con el primer cáncer.

¿Qué es la recaída a distancia?

Según las doctoras, existe un tipo de recaída que se denomina ‘a distancia’ o metástasis, que se produce cuando el cáncer de mama regresa durante o tras el tratamiento, y además se disemina a órganos o tejidos distantes de la localización original.

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Las recaídas son la principal preocupación de las pacientes con cáncer de mama.
iStock

En el caso de las recaídas a distancia, las células cancerosas han viajado desde la mama a través del torrente sanguíneo o el sistema linfático, y han formado nuevos tumores en otras partes del cuerpo, más allá de la zona considerada local o regional. Es decir, más allá de la axila, de los ganglios de la clavícula o cercanos a la arteria mamaria interna (arteria que irriga a los músculos pectorales, esternón y la piel del tórax). 

En estos casos, informa la doctora Ciruelos, “el enfoque principal del tratamiento es controlar los síntomas y prolongar la vida, evitando la progresión y que el tumor crezca”.

Y añade: “las recaídas regionales se pueden todavía volver a curar, es decir, tratar como si fuera un tumor inicial, resecar, radiar y adecuar la terapia sistémica. Estas pacientes pueden tener una curabilidad a largo plazo, y suele ocurrir en el 50 por ciento de las ocasiones en las que surge una recaída”. 

En el otro 50 por ciento de las recaídas, desgraciadamente, el tumor aparece en órganos a distancia como puede ser hueso, hígado, pulmón o cerebro, donde el manejo terapéutico es sistémico, es decir, terapias que llegan a todas las partes del cuerpo, y donde el tratamiento local tiene un carácter paliativo. En estos casos hablamos más de cronificación de la enfermedad y de vivir con la mejor calidad de vida posible”.

Un 30 por ciento de las pacientes van a tener metástasis

Pilar Fernández, presidenta de AECMM explica que “una de las principales dudas de las pacientes con cáncer de mama está relacionada con la posibilidad de que el tumor regrese una vez finalizado el tratamiento, ya sea en forma de recaída metastásica o recaídas no metastásicas“. 

Mujer cáncer de mama
Mujer cáncer de mama
CLÍNICA MARGEN – Archivo

En esa fase inicial, cuando el cáncer aún es curable, “las pacientes continuamos con nuestras revisiones, nuestras pruebas y, aún con mucho miedo, intentamos volver a nuestra vida anterior al cáncer. Sin embargo, sabemos que muchas pacientes (en torno al 30 por ciento) desarrollarán metástasis con el tiempo, incluso años después de haber finalizado los tratamientos. A partir de entonces su pronóstico y su calidad de vida dependerá de la disponibilidad de nuevas terapias y pruebas diagnósticas, de los avances oncológicos y de la investigación, que es la única vía para conseguir la cronificación de esta enfermedad”.

Objetivo: hacer que el cáncer de mama se haga crónico

Paula González, representante de la Federación Española de Cáncer de Mama, incide en la necesidad de información para que las pacientes puedan afrontar las posibilidades de metástasis o recaídas de la enfermedad. “La información fiable es clave en todos los procesos oncológicos y más aún cuando se dan situaciones como las recaídas o la metástasis. Es fundamental que la comunicación con el especialista o con el equipo médico fluya y, sobre todo, cuando las circunstancias son adversas”.

Archivo - Arxiu - Imatge de recurs d'una mamografia.
Cronificar el cáncer de mama hará que las pacientes ganen en calidad de vida.
QUIRONSALUD

“Desde la Federación reclamamos disponer de registros tumorales homogéneos y actualizados para conocer la realidad. Es necesario saber, entre otras cosas, el número de personas que viven con cáncer de mama metastásico y que se incluya un modelo integral de costes de esta enfermedad. Controlar y cronificar el cáncer de mama metastásico es uno de los objetivos prioritarios en oncología y, para lograrlo, se necesitan líneas de investigación que hagan posible que estas pacientes logren vivir más y tengan una mejor calidad de vida”.

A este respecto, la oncóloga Isabel Álvarez pone el foco en la importancia de la adherencia al tratamiento de estas pacientes que afrontan ambas realidades, la de las recaídas y la de la metástasis.

“Los tratamientos oncológicos presentan efectos secundarios que hacen que a veces la adherencia a los mismos sea difícil. Es importante una adecuada comunicación entre las pacientes y el personal médico y de enfermería, para conseguir minimizar los efectos secundarios y conseguir un buen cumplimiento del tratamiento. Solo así podremos ser eficaces”.

Hábitos que ayudan en la eficacia del tratamiento

La doctora Ciruelos habla de la necesidad de “realizar actividad física o llevar a cabo una alimentación saludable; evitar hábitos nocivos; y compartir las dudas e incertidumbre con los profesionales. Los hábitos de vida saludables incluyen intentar manejar la incertidumbre de la evolución a medio-largo plazo. La nutrición es un pilar básico, y también lo es el ejercicio físico y el descanso. Las pacientes no deben ser demasiado exigentes con su proceso, porque el cuidado emocional es cuidado personal también”. 

Actividad física para mayores de 50
El ejercicio físico diario ayuda a la adherencia al tratamiento
Freepick

La actividad física, adaptada a cada situación y de manera diaria y sostenida, es muy importante porque reduce la probabilidad de tener efectos secundarios por la medicación. También contribuye a progresar esquivando recaídas y proporcionando una sensación de bienestar y dominio corporal que también nos ayuda a los profesionales a que el paciente tome las riendas de su vida”.

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