Ni café ni té verde: el truco de Harvard para estimular el metabolismo y perder peso

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El metabolismo es el proceso mediante el cual el cuerpo convierte los alimentos y bebidas en energía. Este mecanismo es clave para mantener funciones vitales como la respiración, la circulación sanguínea o la reparación celular. Sin embargo, su ritmo varía según múltiples factores, como la genética o el estilo de vida, y tiene una relación directa con la pérdida de peso.

Consumir alimentos adecuados es también una forma de estimular este proceso. Según recoge la Universidad de Harvard en su portal de salud, las proteínas, los carbohidratos no refinados y bebidas como el café o el té verde han demostrado tener un efecto positivo en la quema de calorías. El té verde, por ejemplo, puede ayudar a quemar hasta 100 calorías adicionales si se consumen varias tazas al día, mientras que la cafeína en el café también potencia el gasto energético.

Existen diversas fuentes de proteínas que son beneficiosas para la salud, como el pollo sin grasa, el pescado, las legumbres, el yogur natural bajo en grasa, los frutos secos, las semillas de chía y el queso cottage bajo en calorías. Así, los alimentos ricos en fibra y poco procesados pueden favorecer el aumento del gasto energético debido a su lenta digestión. Entre ellos se encuentran las hortalizas, las frutas, los cereales integrales, el arroz integral y las legumbres.

Estimular el metabolismo para perder peso

Pero la hora de las ingestas también importa. Quienes quieren perder kilos deben tener en cuenta que comer más por la mañana puede contribuir a quemar más calorías. Según explica Harvard, esto se debe a que la termogénesis inducida por la dieta (DIT) alcanza su pico en las primeras horas del día, lo que significa que el cuerpo quema más calorías al procesar los alimentos en ese momento. Por lo tanto, distribuir las comidas con mayor ingesta calórica al principio del día puede favorecer el metabolismo.

La actividad física, especialmente la de fuerza, también es otra de las estrategias para aumentar la tasa metabólica. El músculo quema más calorías que la grasa, incluso en reposo. Por lo tanto, cuanto mayor sea la masa muscular, más calorías necesitará el cuerpo para funcionar correctamente. Además, después del ejercicio intenso, el cuerpo experimenta un efecto llamado consumo excesivo de oxígeno, que sigue quemando calorías durante un periodo de recuperación.

Otro tipo de entrenamiento eficaz es el HIIT (entrenamiento de intervalos de alta intensidad). Este combina breves ráfagas de ejercicio vigoroso con momentos de descanso, lo que mantiene el metabolismo acelerado incluso después de haber terminado el ejercicio. Este tipo de actividad física no solo quema calorías en el momento, sino que sigue estimulando el gasto calórico en las horas posteriores.

Los alimentos que no son “adelgazantes”

Por otro lado, aunque muchas personas optan por dietas restrictivas para perder peso, estas pueden tener el efecto contrario y ralentizar el metabolismo. Cuando el cuerpo percibe una ingesta calórica muy baja, reduce su tasa metabólica basal, lo que dificulta la quema de calorías. En lugar de centrarse en consumir menos alimentos, lo más recomendable es optar por comidas nutritivas y mantener un balance calórico saludable.

Además, un estudio publicado en la revista científica Nutrients advierte de que hay “una larga lista de alimentos que se han propuesto como agentes «quemagrasas» o «adelgazantes» que no han sido objeto de estudios científicos que avalen estos supuestos beneficios”. La investigación señala que estos efectos asociados a los siguientes alimentos no cuentan con el respaldo de la ciencia: la piña, la calabaza amarga (Momordica charantia), el mangostán, la Griffonia simplicifolia, la Rhodiola rosea, el Hoodia gordonii, el Fucus vesciculosus, el Cissus quadrangularis, la Irvingia gabonensis, la yohimbina, la Caralluma fimbriata, el Coleus forskohlii y el aguacate. Por tanto, los expertos explican que es preferible centrarse en una dieta equilibrada y actividades físicas comprobadas para mantener un metabolismo activo.