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El plátano es una de las frutas más populares en el mundo gracias a su sabor dulce y su versatilidad en la cocina. Además, destaca por sus numerosos beneficios para la salud: es rico en potasio, vitamina B6 y fibra, lo que lo convierte en una excelente opción para mejorar la salud cardiovascular, la digestión y proporcionar energía natural.
En España, el plátano de Canarias forma parte de la cultura y del imaginario colectivo, gracias al famoso anuncio de Arguiñano, donde explicaba que los mejores plátanos tenían “motitas” negras. Pero el cocinero no decía nada sobre esas manchas negras y pegajosas que suelen traer algunos plátanos en su cáscara, y que generan dudas entre los consumidores, quienes a menudo creen que se trata de un problema de calidad o limpieza de la fruta, o incluso insectos.
Seguro que alguna vez has notado esas manchas negras y pegajosas en los plátanos que compras en la frutería o en el supermercado. Se pegan a las manos y a la bolsa que los transporta, y pueden manchar las superficies donde se guardan las frutas en casa.
El motivo de las manchas pegajosas
Sin embargo, estas manchas se deben a un proceso natural en el cultivo del plátano, llamado desflorillado, en el cual se elimina una pequeña flor en la punta de la fruta para garantizar su óptimo crecimiento. Como explican los expertos en plátanos, si esta flor no se retira, el plátano no tiene fuerza para crecer, y no estaría en condiciones de venderse.
En este procedimiento de desflorillado, el corte provoca que el plátano libere un tipo de savia, un líquido natural que puede gotear, cicatriza el área cortada y, al secarse, deja manchas oscuras en la cáscara. Esta sustancia también puede ser algo pegajosa al tacto, lo que puede llevar a confusión, pero es completamente inofensiva.
La savia es una sustancia natural que fluye en las plantas
¿Afecta la calidad de los plátanos?
Para quienes se preocupan por la calidad del plátano, es importante saber que estas manchas no representan un problema. Aunque los plátanos pasan por un proceso de limpieza antes de su empaquetado, la savia a menudo permanece en la cáscara, sin afectar el sabor, textura o valor nutricional del fruto. De hecho, los plátanos con estas manchas tienen la misma frescura y calidad que los que presentan una apariencia impecable.
Además, aunque el aspecto puede influir en las preferencias de compra, el plátano manchado sigue siendo seguro y apto para el consumo. Es más, esta savia pegajosa solo mancha cuando está húmeda, por lo que basta con frotar la cáscara con un trapo húmedo para eliminar cualquier residuo visible antes de disfrutar de esta fruta.
