- El arroz blanco ya nunca más será aburrido con esta sabrosa receta paso a paso
- Evita el arroz blanco si perteneces a este grupo de personas: la recomendación de Harvard
El arroz blanco es un alimento esencial en la dieta diaria por su versatilidad, aportando energía, fibra y nutrientes esenciales como vitaminas del grupo B y minerales. Es ideal como acompañamiento, base para recetas o incluso como protagonista en platos tradicionales. Sin embargo, en esos momentos de mayor necesidad, la falta de tiempo para esperar a que cueza, que suele ser más de 20 minutos, puede convertir su preparación en un desafío, dejando a muchos sin aprovechar sus beneficios de forma práctica y rápida.
Siempre podemos acudir al arroz blanco precocinado que venden en vasitos de plástico, o al arroz blanco ultracongelado, listo para usar. Pero este tipo de productos son ultraprocesados, y suelen llevar aditivos y conservantes que restan valor nutricional al producto final. Sin embargo, ¿y si pudiésemos cocer y congelar nuestro propio arroz blanco? El experto en ciencia y cocina, Heinz Wuth, explica en un vídeo de Instagram cómo hacerlo con seguridad, y ofrece algunos trucos.
TE PUEDE INTERESAR
P. Díaz
Al disponer de nuestro propio arroz cocido congelado, siempre tendremos arroz blanco a mano para cualquier receta y ahorraremos tiempo en la cocina. Además, congelar el arroz, si lo hacemos bien, nos permite conservar todo su sabor y textura, y siempre estará como recién hecho. Caso contrario es el de guardar el arroz cocido en la nevera, que no se conserva tan bien, pierde humedad y puede ponerse malo rápidamente.
Pasos para congelar el arroz correctamente
El proceso para congelar arroz blanco cocido, o arroz integral, de manera efectiva comienza con la preparación adecuada del alimento. Una vez que el arroz esté cocido, se recomienda extenderlo mientras todavía está caliente para que libere el exceso de vapor. Cuando alcance una temperatura tibia, se puede transferir a recipientes herméticos o bolsas sellables, procurando eliminar todo el aire posible. Este detalle es esencial para mantener la textura del grano y evitar que se reseque durante el almacenamiento.
El paso clave es colocar el arroz en el congelador mientras todavía está tibio, ya que esto permite que conserve mejor su humedad natural. Para recalentar, basta con extraer la cantidad deseada, colocarla en un recipiente apto para microondas y calentar durante 1 o 2 minutos, removiendo para asegurarse de que se caliente de manera uniforme. Siguiendo estos pasos, el arroz puede conservarse en óptimas condiciones durante hasta seis meses.
Beneficios para la salud
Además, este método puede resultar especialmente beneficioso para quienes buscan alternativas que impacten positivamente en su salud. Congelar el arroz favorece la formación de lo que los expertos denominan almidón resistente, un tipo de carbohidrato que se digiere más lentamente y que ayuda a reducir los picos de glucosa en sangre. Este beneficio es de gran importancia para personas con diabetes o resistencia a la insulina, ya que contribuye a minimizar los riesgos de daño micro y macrovascular.
Ventajas adicionales de este método
Además de facilitar la planificación de las comidas, congelar el arroz también es una estrategia para reducir el desperdicio alimentario. Este método resulta especialmente útil para familias numerosas o para personas que cocinan en grandes cantidades y desean tener raciones listas para consumir en días posteriores. Asimismo, al optimizar los tiempos en la cocina, puede ser una solución ideal para quienes llevan un ritmo de vida acelerado.
El conocimiento de esta técnica no solo ayuda a mejorar la gestión de los alimentos en el hogar, sino que también ofrece una alternativa saludable y práctica para el consumo diario. Con estos sencillos pasos, es posible disfrutar de arroz perfectamente cocido en cualquier momento, sin renunciar a su sabor ni a su textura original.