Ver para creer. A pesar de que no son pocos detractores de la Inteligencia Artificial (IA), esta herramienta puede tener grandes beneficios para la detección precoz del párkinson en la sangre incluso quince años antes de su aparición y con la peculiaridad de que sus resultados son fiables en un 96%. A todo ello se le suma también el ictus y los infartos de miocardio, además de otras enfermedades oculares como la ceguera o el glaucoma.
En concreto, los desarrolladores de esta tecnología se encuentran dentro del departamento de Investigadores del Hospital Oftalmológico Moorfields y del Instituto de Oftalmología de la University College de Londres. Para ser más exactos, se llama RETFound, y es uno de los primeros modelos fundacionales basados en IA para la atención sanitaria. De hecho, es el primero en oftalmología.
En concreto, se entrenó introduciéndole la información de millones de escáneres oculares de retina procedentes del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido. El objetivo no era otro que crear modelo que puede adaptarse a usos potencialmente ilimitados. Así lo han hecho público a través de una publicación en la reputada revista científica ‘Nature’. Otro punto a tener en cuenta es que cualquier institución del mundo podrá usarlo, es decir es de código abierto, y sirve como piedra angular de los esfuerzos mundiales para detectar y tratar la ceguera mediante IA.
Cómo funciona la IA para la prevención del Párkinson
Esta Inteligencia Artificial desarrollada funciona analizando las sustancias químicas de la sangre, como explican los científicos en su estudio, publicado en ‘ACS Central Science’. Utilizaron muestras de un total de 41.000 participantes que habían sido obtenidas por un estudio español. De ellos, 90 personas desarrollaron párkinson en 15 años. La IA también reveló qué sustancia sanguínea estaba involucrada en ese proceso.
Se trata de un metabolito, probablemente un triterpenoide. Los científicos encontraron menor cantidad de triterpenoides en la sangre de los que desarrollaron párkinson. Por tanto, este descubrimiento sugiere que estos metabolitos son neuroprotectores que regulan el estrés oxidativo, un factor principal del párkinson. Asimismo, los autores declararon que alimentos como las manzanas y los tomates son fuentes ricas en triterpenoides.
Los científicos entrenaron el modelo de IA a través de datos de 39 personas que tendrían párkinson en el futuro y 39 que no lo iban a tener. La IA realizó lo que ya se conoce como cien “experimentos” para predecir el párkinson y fue capaz de diagnosticar precozmente y correctamente al 96 %, como señalan los autores del estudio en ‘The Conversation’.
Síntomas del párkinson: causas y tratamiento de la enfermedad
La enfermedad de Parkinson es una patología progresiva del sistema nervioso que va afectando al movimiento, cuya sintomatología comienza a aparecer de manera gradual, generalmente con temblores, rigidez o dificultad para el movimiento.
Como explican los especialistas de la Clínica Mayo, en sus etapas iniciales, esta enfermedad puede tener “una expresión leve o nula” y es posible que “los brazos no se balanceen cuando caminas” o que “el habla pueda volverse suave o incomprensible”. En cualquier caso, los síntomas se van agravando conforme pasa el tiempo.
Aunque a día de hoy es una enfermedad que no tiene cura, el tratamiento médico puede mejorar considerablemente los síntomas asociados, que son los siguientes:
- Temblores: suelen comenzar en las extremidades, sobre todo en dedos o en las manos. Son síntomas tempranos de esta enfermedad.
- Movimientos más lentos (bradicinesia): las tareas cotidianas pueden volverse más complicadas porque el movimiento se va volviendo más lento de forma progresiva, incluso para caminar.
- Rigidez muscular y dolorosa que limita el movimiento.
- Alteración de la postura y del equilibrio.
- Reducción de la capacidad para hacer movimientos automáticos, como parpadear.
- Dificultad en el habla.
- Falta de expresión facial.
- Cambios a la hora de escribir: la letra puede volverse más pequeña.
- Movimientos durante el sueño, que pueden ser signos tempranos.
Cuáles son las causas
Actualmente, no se conoce la causa última de esta enfermedad, aunque se considera que “podría deberse a una combinación de factores genéticos, medioambientales y los derivados del propio envejecimiento del organismo”, indican desde la Federación Española de Parkinson. En este sentido, la edad es un “claro factor de riesgo”, ya que su aparición suele ser más común entre los 50-60 años.
Por otro lado, el 90% de los casos son formas esporádicas, esto es, “no se deben a una alteración genética concreta”. Sin embargo, “se estima que entre el 15% y el 25% de las personas que tienen la enfermedad cuentan con algún pariente que la ha desarrollado“. Por último, algunos estudios detallan como factor de riesgo el “consumo continuado a lo largo de los años de agua de pozo o haber estado expuesto a pesticidas y herbicidas”.