La nueva variante puede desplazar a delta y extenderse o no.
Por Antoni Trilla, epidemiólogo.
El número de casos aumenta rápidamente en nuestro país. Todos son por la variante delta. Gracias al alto nivel de vacunación completa, las hospitalizaciones aumentan a un ritmo más lento, pero aumentan. Este es el problema real, a las puertas de Navidad.Además, el mundo sigue prestando atención a la variante ómicron. Disponemos de más y mejor información científica, pero aún parcial e insuficiente.
La ciencia avanza siempre a base de incorporar nuevas evidencias, un camino largo y tortuoso, pero sin atajos válidos. No hay todavía estudios clínicos o de laboratorio con conclusiones contundentes. Estos estudios son esenciales y nos irán aproximando a la realidad o realidades que pueda suponer ómicron. Mucha atención, calma y prudencia. Los primeros estudios de laboratorio indican que hay un descenso moderado en la actividad de los anticuerpos neutralizantes frente a ómicron. Faltan más datos para interpretar adecuadamente qué significa este descenso para las personas vacunadas, para las que han pasado la infección y para las que han recibido ya una tercera dosis. Como insisten mis colegas inmunólogos, nuestro organismo dispone de múltiples mecanismos de defensa, muy complejos, que no se pueden reducir a un resultado de laboratorio. Las personas inmunizadas, aunque pierdan parte de los anticuerpos con el tiempo, siguen estando protegidas frente a las formas graves de enfermedad.
Datos preliminares del Reino Unido, indican que ómicron es más transmisible que delta y que la reinfección por ómicron es más probable de lo observado hasta ahora. También apuntan a que las vacunas mantienen la protección, especialmente tras la dosis de refuerzo. Tanto en el Reino Unido como en Sudáfrica, los casos debidos a ómicron parecen ser clínicamente más leves.
Todos estos datos deberán ser contrastados observando distintas realidades en otros entornos en las próximas semanas. Dinamarca, un país donde se secuencia el 100% de casos, tiene un 95% de delta y un 5% de ómicron. Ómicron puede desplazar a delta y extenderse por el mundo o no, puede transmitirse más y causar más contagios y más reinfecciones, puede ser una enfermedad leve para la mayoría de nosotros o puede ser un problema que obligue a reformular las vacunas actuales. Es un rompecabezas con muchas piezas por colocar. Ómicron nos preocupa.
La variante delta nos ocupa, y mucho. El sistema sanitario, especialmente en atención primaria, está muy sobrecargado: pruebas diagnósticas, vacunación, atención a pacientes covid y no covid. Un gran esfuerzo, continuado, de todos sus profesionales sanitarios. Los ciudadanos saben cómo pueden ayudarse y ayudarnos: si tienen síntomas, quedarse en casa y consultar, cumplir el aislamiento o la cuarentena si procede, emplear siempre y bien las medidas de prevención recomendadas, evitar las situaciones de riesgo elevado y vacunarse con la pauta completa y la dosis de refuerzo cuando toque.