El cáncer es una enfermedad compleja, en cuyo desarrollo interviene multitud de factores: ambientales, genéticos, de estilo de vida… Así, no es de extrañar que algunos determinados tipos de cáncer sean más prevalentes en unas zonas geográficas que en otras.
Por supuesto, estas diferencias son observables en las grandes regiones del mundo: los tumores más frecuentes no son los mismos en África que en Asia ni que en Europa. Pero, incluso, estos diferentes patrones son visibles a una escala mucho más reducida, en las distintas zonas de un país relativamente pequeño como es España. En el mapa que presentamos a continuación se pueden ver los casos que estuvieron activos en 2021 en cada provincia por cada 100.000 habitantes (datos del observatorio de la Asociación Española Contra el Cáncer).
¿Por qué el cáncer no se reparte igual por todo el territorio?
Un ejemplo claro de esta desigual distribución lo tenemos en el cáncer de páncreas, que es significativamente más frecuente en unas zonas del país que en otras.
Las razones por las que esto sucede, como ya decíamos, son complicadas. Se sabe que en este tipo particular de tumor interviene una serie de factores de riesgo importantes, como son el uso de tabaco (tabaquismo), el padecer sobrepeso u obesidad, el padecer diabetes tipo 2, el padecer pancreatitis crónica, la exposición laboral a determinados agentes químicos, la edad, el género, el origen étnico, los antecedentes familiares, determinados síndromes genéticos, la alimentación, la inactividad física, el uso de alcohol o el padecer determinadas infecciones.
Así, estudiar el comportamiento geográfico de algunos de estos factores de riesgo podría ofrecernos claves sobre por qué la carga de esta enfermedad se reparte por el territorio en la manera en la que lo hace.
La distribución del cáncer de páncreas en España.
Sea como sea, parece que en España la incidencia de este tipo de cáncer es mayor en el cuarto noroeste de la península: las provincias con mayor tasa de incidencia (la razón de nuevos casos diagnosticados por cada 100.000 habitantes) son Zamora, Orense, Lugo, León y Salamanca. Por contra, las zonas con menor tasa son Melilla, Ceuta, Almería, Baleares y Murcia.
Notablemente, el área central de la península se encuentra en un punto intermedio, con mayor prevalencia en la submeseta norte que en la sur.
La mortalidad, aunque por lo general refleja este patrón, varía ligeramente: en este caso, las provincias con mayor tasa de mortalidad son Soria, Palencia, Asturias, Huesca y Pontevedra; y las que menos, Ceuta, Almería, Melilla, Guadalajara y Málaga.
El cáncer de páncreas es uno de los que peor pronóstico tiene, con una tasa de supervivencia baja en el corto y el medio plazo. En parte, esto se debe a que suele ser complicado de detectar hasta que ha alcanzado estadios bastante avanzados de la enfermedad, por lo que conocer las poblaciones de riesgo puede ser muy útil a la hora de diseñar estrategias preventivas.
