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El jamón serrano es uno de alimentos más representativos de la gastronomía española y un plato indispensable en celebraciones y épocas como la Navidad. Sin embargo, los médicos y nutricionistas hacen hincapié en la necesidad de reducir el consumo de carne procesada. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda comer carne roja una vez a la semana y cada vez más estudios apuntan a su relación con el riesgo de cáncer de colon.
Un reciente trabajo, considerado uno de los más exhaustivos hasta ahora, señala la conexión entre el consumo de carne roja y un mayor riesgo de desarrollar cáncer. La investigación, considerada una de las más exhaustivas hasta ahora, ha sido llevado a cabo por investigadores de la Facultad de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California (Estados Unidos) y publicado en la revista científica Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention de la American Association of Cancer Research (AACR).
El consumo recomendado de jamón serrano
La nutricionista Arantza Ruiz de las Heras, miembro de la Sociedad Española de Dietética y Nutrición (SEDYN) y dietista-nutricionista en el Hospital Universitario de Navarra. matiza, en una entrevista a Europa Press, que el jamón serrano no se considera un embutido. Aunque forma parte de los derivados cárnicos y se clasifica dentro del grupo de las salazones, no se considera un embutido, ya que la principal característica de estos es que están contenidos en una tripa.
Así, advierte que a pesar de su valor gastronómico, el consumo de este manjar debe ser moderado. Su contenido en grasas saturadas, sal y calorías no lo hace un alimento para consumir a diario. Por tanto, recomienda comerlo de forma “ocasional”.
“Saludable no es, y está recomendado como un consumo ocasional el jamón serrano”
“Además, se trata de grasas saturadas, no cardiosaludables; aparte de que se añaden despojos, que tienen mucho colesterol, y sal. Entonces, en general, la composición nutricional no es buena, aporta muchas calorías, mucha grasa, aporta azúcares. Saludable no es, y está recomendado como un consumo ocasional el jamón serrano”, explica en Europa Press.
La OMS, a través del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC), estableció en 2015 que existe una relación entre el consumo de carnes procesadas y ciertos tipos de cáncer, especialmente el colorrectal. Sin embargo, Ruiz de las Heras aclara que esto no significa que consumir jamón serrano ocasionalmente sea sinónimo de desarrollar esta enfermedad, aunque sí es importante moderar su ingesta. “Cuanto menos, mejor”, insiste.
A pesar de las limitaciones del jamón serrano, Ruiz de las Heras señala que no hay alimentos prohibidos, pero sí recomienda priorizar una dieta variada y rica en frutas, verduras y proteínas de calidad. “Dentro de un plan saludable, donde hay muchos vegetales, tomar un poco de jamón serrano no es problemático. Al final hay que comer de manera equilibrada y variada”, afirma.
