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Según la Fundación Española del Corazón, el 35% de los menores españoles tiene dos o más factores de riesgo cardiovascular y en la alimentación está una de las claves. La encuesta reveló que el 39,1% de los menores sigue una dieta de muy baja calidad. En España, las enfermedades cardiovasculares es la segunda causa de muerte. Por eso, cuidar la salud del corazón se ha convertido en una prioridad para muchas personas.
Los hábitos alimenticios juegan un papel fundamental, ya que lo que comemos puede influir significativamente en el estado de nuestras arterias y en la prevención de problemas como los ataques cardíacos. Una alimentación saludable contribuye a reducir el riesgo de enfermedades como la cardiopatía coronaria. Este trastorno, causado por la acumulación de grasas en las arterias, puede interrumpir el flujo sanguíneo al corazón y desencadenar episodios graves.
Los dos aliados del corazón
Un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Harvard y publicado en la American Journal of Clinical Nutrition destaca la importancia de ciertos alimentos para reducir el riesgo de ataques cardíacos y otros problemas relacionados con la salud del corazón.
El análisis, que evaluó la dieta de más de 200.000 personas durante 30 años, señala a los frutos secos y las legumbres como los dos alimentos más efectivos para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Consumir una dieta rica en estos alimentos puede disminuir hasta en un 27% las probabilidades de sufrir una cardiopatía coronaria.
La investigación sugiere reducir el consumo de carne a ser únicamente el doble de las proteínas vegetales, o preferiblemente alcanzar una proporción equilibrada de uno a uno
Los frutos secos destacan por su contenido en grasas saludables, fibra y antioxidantes, que ayudan a reducir el colesterol LDL y combatir la inflamación, factores clave en la salud cardiovascular. Por su parte, las legumbres, como las alubias y lentejas, son ricas en proteínas vegetales, fibra y minerales esenciales que favorecen el funcionamiento del corazón y mantienen bajo control los niveles de azúcar en sangre.
El profesor Frank Hu, experto en nutrición de Harvard y autor principal del estudio, afirma: “La mayoría de nosotros debemos empezar a cambiar nuestra dieta hacia las proteínas vegetales”. Reducir el consumo de carnes rojas y procesadas y aumentar la proporción de proteínas de origen vegetal puede marcar una diferencia significativa en la prevención de enfermedades cardiovasculares.
La investigación sugiere reducir el consumo de carne a ser únicamente el doble de las proteínas vegetales, o preferiblemente alcanzar una proporción equilibrada de uno a uno. Incorporar estos alimentos en la dieta diaria es sencillo y beneficioso. Desde añadir frutos secos a desayunos y ensaladas hasta preparar platos tradicionales con legumbres, estas opciones no solo son saludables, sino también deliciosas y versátiles.
Los frutos secos, ricos en grasas insaturadas, fibra y antioxidantes, ayudan a reducir el colesterol LDL, conocido como “colesterol malo”, y combaten la inflamación. Como explica la dietista Kate Mitchell en un artículo para la Universidad de Harvard, “estos componentes promueven la salud del corazón al reducir factores de riesgo como la inflamación y la oxidación arterial”.
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J. García González
Por su parte, la Fundación Española del Corazón destaca que las legumbres son una excelente fuente de proteínas vegetales, fibra, vitaminas del grupo B y minerales como hierro y potasio, esenciales para mantener una presión arterial normal. Sugiere incluir legumbres en 3-4 comidas a la semana para obtener sus beneficios.
El estudio de Harvard no es el único que respalda estos beneficios. Investigaciones como el Nurses’ Health Study y el Physicians’ Health Study también confirman que consumir frutos secos varias veces a la semana puede disminuir considerablemente el riesgo de enfermedades cardiovasculares.