La actual emergencia sanitaria ha dejado 426 millones de casos alrededor del mundo y la cifra se mantiene en aumento cada día. Aunque no es lo único porque también ha sido responsable de provocar otro tipo de afectaciones en el resto de la población. Debido a que la mayoría de los países optaron por encerrar a sus habitantes para evitar contagios hubo un aumento en los problemas de salud mental. Por lo mismo, ahora que ha existido una reducción en los contagios es necesario detectar a los niños con estrés para ofrecer el apoyo necesario.
En ese tenor, para ayudar a que los menores enfrenten el estrés relacionado al encierro por la pandemia, los padres de familia pueden establecer un procedimiento de contingencia que atienda sus preocupaciones y posibles emergencias, y que niñas y niños sepan que mamá y papá tienen el tema bajo control, señaló el psiquiatra del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Leonel Jaramillo Villanueva.
¿Qué se debe hacer?
Otra recomendación, dijo el jefe de Salud Mental del Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional (CMN) Siglo XXI, es hacer ejercicio, ya que la actividad física ayuda a que las personas estén más relajadas y tranquilas.
El especialista indicó que a dos años de la pandemia por COVID-19, el confinamiento en los hogares ha generado también ansiedad e irritabilidad en los niños, en virtud de que ahora están más bajo la visión de sus padres.
Explicó que en ese lapso los menores enfrentan miedo a perder a un familiar, al encierro sanitario y las dificultades para responder a las expectativas de los papás.
Lugares especializados en los que se ofrece atención
Afirmó que los servicios de salud mental del IMSS tienen en la angustia uno de los trastornos más frecuentes en niños y adolescentes. En 2021 en el Hospital de Pediatría del CMN Siglo XXI se atendieron alrededor de 7 mil pacientes, 17 por ciento de los cuales fueron tratados por esta condición.
El doctor Jaramillo Villanueva señaló que el Instituto Mexicano del Seguro Social cuenta con psiquiatras y psicólogos en Unidades de Medicina Familiar (UMF) y hospitales de Segundo Nivel para la atención del estrés y la angustia en niñas, niños y adolescentes.
Recomendó que para evitar contagios por COVID-19, se debe acudir a los servicios de salud mental cuando el menor requiera atención especializada, por ejemplo, en caso de una crisis de angustia (mucho miedo, problemas para dormir e intranquilidad), por bajo rendimiento escolar, cambios en la convivencia familiar o porque dejó de comer.
Enfatizó que cuando se trata la ansiedad y el estrés, lo más importante es recuperar en los niños la tranquilidad y dotarlos de las herramientas para que por sí mismos, en los momentos que enfrenten tales condiciones, recurran a esos elementos y solventen su propia tranquilidad.
Jaramillo Villanueva afirmó que los especialistas del Instituto trabajan con técnicas cognitivo conductuales, que permiten al menor tener una idea de lo que enfrenta y con ello, tener una mejor respuesta ante la ansiedad. También existen técnicas de relajación, que al ser auto inducida, puede ayudar a los niños.
Detalló que si la familia tiene el hábito de hacer ejercicio, se puede beneficiar a los menores de edad para alejarlos de preocupaciones y miedos.
Otra sugerencia, añadió, es dormir bien, pues al no hacerlo se activa su sistema nervioso para mantenerse alerta, lo que provoca mayor estrés. También recomendó el mindfulness, una técnica oriental que se centra en ejercicios de respiración.
“Cuando el niño aprende a respirar de una manera más consciente, ayuda a que su pensamiento no esté en cosas que le generen miedo y mucho malestar”.
El doctor Leonel Jaramillo Villanueva expresó que durante el encierro los menores reciben una carga mayor de presiones por la escuela y una mayor supervisión de sus padres.
Comentó que si mamá y papá hacen hincapié en esos errores y tratan de corregir de una manera exagerada a los niños, esa presión no los va a ayudar y solo servirá para que los menores tengan ataques de ansiedad y dificultades en su desempeño.