El cociente de los niveles de glucosa a la llegada a urgencias y de los habituales del paciente tiene un alto valor predictivo. La descompensación de la diabetes influye en la evolución en covid-19.
Un paciente con diabetes tipo 2 que presenta niveles de azúcar en sangre muy diferentes de los que son habituales en él al ingresar en el hospital por covid-19 tiene mucho más riesgo de morir, de tener que ingresar en la Unidad de Cuidados Intensivos o de necesitar ventilación mecánica. Así lo revela un estudio de los servicios de Endocrinología y Nutrición y de Enfermedades Infecciosas del Hospital del Mar de Barcelona y de investigadores del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM-Hospital del Mar) y del CIBER en Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CIBERDEM), que ha publicado la revista Diabetes Care.
Se trata del primer estudio que analiza esta variable en relación con el pronóstico de los pacientes con diabetes infectados por el coronavirus SARS-CoV-2. La diabetes es uno de los factores de riesgo conocidos en caso de infección por covid-19.
En concreto, presentar unos niveles de azúcar en sangre un 18% inferiores a los esperables para los usuales en el paciente, incrementa en casi cinco veces su riesgo de morir durante su estancia en el hospital.
Y si, por contra, esta cifra es un 22% más alta de media, las posibilidades de morir se multiplican 4,2 veces. Una situación que no se produce en el caso de los enfermos con unos niveles al ingreso en el hospital similares a sus habituales.
Determinación de los niveles de control
Para llegar a esta conclusión, los autores del estudio analizaron datos de 91 pacientes con diabetes tipo 2 ingresados en el Hospital del Mar por COVID-19 durante la primera ola de la pandemia. Sus niveles habituales de glucosa se calcularon a través de la determinación de la hemoglobina glicosilada en analíticas de sangre. Esta prueba permite conocer los niveles medios de azúcar en sangre de los pacientes en los tres meses anteriores.
Los investigadores pudieron ver cómo “en los casos de pacientes con niveles de glucosa en el momento del ingreso mucho más altos que su media, su evolución era peor por lo que respecta a mortalidad, ingreso en la UCI y necesidad de ventilación mecánica. Y en los casos con niveles de azúcar en sangre inferiores a su media, también se incrementaba la mortalidad”, explica Juan José Chillarón, jefe de sección del Servicio de Endocrinología y Nutrición, investigador del IMIM-Hospital del Mar. Y añade que “disponer de los niveles de hemoglobina glicosilada aporta información de pronóstico precoz de su evolución”.
Los firmantes del trabajo no encontraron relación entre los niveles de glucosa en sangre y les probabilidades de tener una mala evolución por la covid-19. Esto obliga, según Gemma Llauradó, también autora del estudio, médica adjunta del Servicio de Endocrinología y Nutrición e investigadora del IMIM-Hospital del Mar y del CIBERDEM, “a poner los niveles de glucosa de los pacientes en su contexto para poderlos valorar y hacer un seguimiento más estrecho, teniendo en cuenta que se trata de un paciente de más riesgo”.
En este sentido, Llauradó señala que “en un paciente con diabetes tipo 2 con covid-19 no nos sirve centrarnos solo en cómo llega a urgencias, si no que se tiene que valorar la información en función de su grado de control crónico”.
Por lo tanto, teniendo en cuenta estos resultados, “sería interesante que a todo paciente con este tipo de diabetes que ingrese en el hospital con covid-19, se le haga una determinación de hemoglobina glicosilada, más allá de la determinación de los niveles de glucosa que se hacen cuando entran en urgencias, para poder valorarlo en el contexto que toca”, afirma.
De los 91 pacientes analizados, 19 murieron por covid-19. De estos, 8 presentaban niveles más altos de glucosa que sus habituales y 9 más bajos. Solo en dos casos no se detectó una variación significativa de sus niveles de azúcar en sangre. M. T. T.