- Soy nutricionista y esta es la bollería sana que puedes comer sin problema
- El turrón que tardó años en llegar a Madrid y otras historias dulces de la ciudad contadas a través de sus pastelerías
Más de uno llegará al final del verano, sumando otro nuevo fracaso a la hora de llevar a buen término la socorrida ‘operación bikini’. Ahora que se comienza a vislumbrar el otoño en el horizonte, tenemos una nueva oportunidad para renovar nuestros hábitos y dejar atrás algunos vicios que nos mantienen encallados en una alimentación poco saludable.
El gusto por el dulce es algo que vertebra a toda la humanidad, y son pocos los que se muestran ajenos a sus encantos. El común de los mortales es habitualmente arrastrado por los cantos de sirena de estos caprichos que, lejos de ser superalimentos, sí nos hacen sentir ‘superbien’.
Si te has planteado una ‘vuelta al cole’ con algunos cambios en tus rutinas y tu alimentación, aquí queremos tenderte una mano y ponértelo un poquito más fácil, recordándote que, a veces, una alimentación saludable no está reñida con una placentera explosión de sabor en nuestro paladar.
El factor emocional
El nutricionista Carlos Ríos nos recuerda que atribuimos a los dulces “un valor emocional que nos alivia del estrés y nos hace sentir mejor. Algunos incluso están integrados en la rutina diaria, asociados a momentos concretos del día, y no tomarlos puede llevarnos a sentir que nos falta algo”.
Para reformular esta relación con la comida es necesario recurrir a alimentos saludables que puedan evocarnos una sensación similar a la que experimentamos cuando ingerimos una chocolatina o una pieza de bollería. Algunos de ellos se pueden convertir en felices compañeros de una rutina más que saludable.
- Frutas: estas ‘golosinas naturales’ son el postre que deberíamos tomar después de cada comida. Consumir preferiblemente las que sean de temporada y, siempre que sea posible, con piel.
- Yogures: los yogures y lácteos también son un gran sustituto del dulce cuando nos visita ese antojo. Ricos en proteínas, tienen un efecto saciante cuando nos da por comer entre horas. Son un complemento perfecto para la fruta.
- Frutos secos: obviamente sin freír y sin sal. Estos alimentos no solo son saludables, sino que también pueden ayudarnos a perder peso gracias a su efecto saciante. No obstante, se recomienda controlar las raciones, porque están tan deliciosos que podemos comerlos sin parar.
- Chocolate: siempre que su pureza sea superior al 70% y no lo comamos el exceso, una pequeña porción puede quitarnos ese antojo y calmar nuestra ansiedad. Por no hablar de nuestro paladar, que se regodeará con cada matiz.
- Palomitas: se recomienda hacerlas en casa, con maíz, en una cazuela o en el microondas con un recipiente especial, y siempre usando poco aceite y la sal justa. Este snack puede ayudarnos a combatir la ansiedad en los momentos más sombríos.
@genial_official Los alimentos sin azúcar no son necesariamente saludables. #Dulces #Delicioso #InterestingFacts ♬ original sound – Genial
Algunas ideas para revertir un proceso que nos lleva a insensibilizarnos frente al dulce y a necesitar cosas que lo sean cada vez más. Puede que al principio se echen de menos esas viejas costumbres, pero con el tiempo estos sustitutos pueden llegar a ser nuestra primera opción, algo que nuestra salud agradecerá.
