Si os apasiona todo lo relativo a ganar masa muscular, es probable que comáis muchos huevos. Grandes cantidades de ellos. Pero, ¿qué demonios sabes de ellos, aparte de que son una fuente de proteínas conveniente? Además, habría que ver si sabes, a ciencia cierta, cuál es la cantidad de proteínas del huevo por ración consumida. Muchos teorizan sobre ello, pero pocos realmente están en lo cierto.
Pues bien, no es tarde para enmendar este problema y conocer algo más sobre este alimento que te ha acompañado en los buenos y en los malos momentos. Aquí tienes información de gran calidad sobre los huevos. Alguna útil, otras buenas sólo para los aficionados al trivial y otras francamente extrañas. Y por supuesto, abordaremos el tema de las proteínas del huevo.
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¿Qué sabemos sobre este potente alimento? Proteínas del huevo
La mayoría de la gente sabe que los huevos son un alimento muy saludable. Así como que, también, son una gran fuente de proteínas de alta calidad. Consumir suficientes proteínas es muy fundamental para la formación de nuestra estructura ósea y muscular. Así como para gozar de una buena salud general.
Pero, ¿cuántas proteína puede tener un huevo promedio? Andaremos sin rodeos, unos 6-7 gramos de proteínas.
Sin embargo, el contenido de proteínas depende del tamaño del huevo. A continuación se indica la cantidad de proteínas que contienen los huevos de diferentes tamaños:
- Huevo pequeño (38 gramos): 4,9 gramos de proteínas
- Huevo mediano (44 gramos): 5,7 gramos de proteínas
- Grande (50 gramos): 6,5 gramos de proteínas
- Extragrande (56 gramos): 7,3 gramos de proteínas
- Huevo gigante (63 gramos): 8,2 gramos de proteínas
Para poner estas cifras en perspectiva, el hombre sedentario medio necesita unos 56 gramos de proteínas al día, y la mujer sedentaria media necesita unos 46 gramos. Pero, vamos a analizar algunos de los beneficios adicionales que nos aportan los huevos. Un alimento realmente potente en múltiples sentidos.
Los huevos aumentan la testosterona y la síntesis de proteínas
Algunas personas, probablemente en un esfuerzo por evitar el colesterol, o tal vez sólo para evitar calorías adicionales, quitan las yemas y sólo consumen las claras. Un gran error. Especialmente en el caso de aquellas personas que quieran mejorar su rendimiento físico.
Se ha descubierto que el consumo de huevos enteros aumenta la producción de testosterona, probablemente porque suministran a los testículos ácido araquidónico, un intermediario en la esteroidogénesis testicular. Los huevos enteros también inducen un aumento de mTOR, probablemente el complejo de señalización celular más importante para el crecimiento muscular. Cuanto mayores sean los niveles de mTOR, mayor será la síntesis de proteínas.
Lo más importante es que el consumo de huevos enteros aumentó la síntesis de proteínas musculares después del ejercicio en un 45% más que las claras de huevo.
El colesterol del huevo: ¿Realmente es tan problemático?
El huevo grande medio contiene 187 mg. de colesterol, lo cual es mucho, especialmente cuando la ciencia médica recomienda limitar su consumo diario a 300 mg. o menos.
Dado que los huevos contienen tanto colesterol, siempre se ha asumido que transmiten un montón de ese colesterol a la sangre, pero los resultados han sido inconsistentes. Mientras que algunos estudios han demostrado que elevan los niveles en sangre, muchos de ellos han demostrado que el consumo de huevos no afecta en absoluto al colesterol.
Los autores de un estudio reciente (Kim, et al. 2018) creen que pueden conocer las razones por las cuales consumir huevos no eleva directamente el colesterol en sangre. Creen que el colesterol de los huevos no son bien absorbido por el cuerpo humano. Según ellos, un par de fosfolípidos que se encuentran en la yema del huevo (fosfatidilcolina y esfingomielina) influyen en el metabolismo lipídico intestinal y disminuyen la absorción linfática del colesterol. Luego está la propia clara del huevo. También parece limitar la absorción de colesterol al inhibir la solubilidad micelar del colesterol en el intestino.
Si estas teorías resultan ser correctas, parece que la naturaleza ha dotado a los huevos de un método a prueba de fallos para proteger a los humanos que los comen. Pero ojo, son hipótesis sobre las cuales se están trabajando, no las toméis como una verdad dogmática.
Alergias al huevo
Las alergias al huevo son bastante comunes en los niños, pero también afectan a adultos. Por alguna razón, el sistema inmunitario del cuerpo se sensibiliza a las proteínas del huevo y reacciona de forma exagerada, provocando síntomas como erupciones cutáneas, urticaria, congestión nasal y molestias digestivas.
Estas reacciones están causadas por una o más de las cinco principales proteínas potencialmente alergénicas de los huevos. Si se ingiere una o varias de estas proteínas, se desencadena una respuesta inmunitaria.
Sin embargo, puede haber una solución. Las proteínas están compuestas por aminoácidos individuales que forman una o varias cadenas largas. Sin embargo, las proteínas se descomponen en sus aminoácidos individuales cuando las calentamos.
¿Ve lo que quiero decir? Si se «destruyen» las proteínas mediante el calor suficiente, se incapacita la capacidad del huevo para provocar una reacción alérgica. Los huevos pasados por agua, o incluso revueltos, siguen conservando un número alto de aminoácidos intactos, mientras que los huevos fritos podrían no hacerlo.
Sin embargo, hay personas que son muy alérgicas a los huevos, y puede que ni siquiera sean capaces de tolerar el consumo de huevos fritos. Para esas personas, hay que proceder con cautela y considerar la posibilidad de acudir a un especialista en alergias antes que aventurarnos a hacer el loco.
¿Es inteligente consumir los huevos crudos?
Si lo ha realizado, es posible que haya tenido notables lesiones rojas y erosiones en la cara. También, es factible, que le habrían faltado las cejas y las pestañas, y no habría durado ni un asalto. Básicamente porque habría sufrido depresión, letargo, entumecimiento de las extremidades e incluso alucinaciones.
Todo lo anterior son signos de una deficiencia de biotina, y es lo que puede ocurrir si alguien tiene predilección por comer huevos crudos. El problema es que el huevo crudo (concretamente, la clara del huevo) contiene una sustancia química llamada avidina. La cual se une a la biotina, provocando su deficiencia. Sin embargo, como la avidina es una proteína, se desnaturaliza cuando se cocina el huevo, impidiendo así su capacidad de unirse a la biotina.
Una forma inteligente de detectar los huevos «más envejecidos»
La cáscara de un huevo es porosa, por lo que el aire pasa a través de la cáscara, tanto que los huevos desarrollan bolsas de aire internas a medida que envejecen. Esta propiedad permite comprobar si un huevo dudoso es fresco o viejo.
Basta con meterlo en un vaso de agua. Si flota, es un huevo que está entradito en años. Si se hunde, es joven e idealista. Cocínalo rápido y mata todos sus sueños antes de que tenga ganas de flotar y pierda sus propiedades.
Conclusiones
Hay cuestionas más allá de las proteínas del huevo. Está claro, que el tema de su valor proteico es uno de los principales motivos por los cuales los incluimos en la dieta. Pero, ojo, como has podido ver, la vida no acaba ahí habiendo aspectos muy interesantes a tener en cuenta en relación con el consumo de huevo.
Para acabar, y conocer más a fondo algunos de los beneficios más allá de las proteínas del huevo, os dejamos este vídeo que realizamos hace tiempo. Os ayudará a entender, de forma más sintética, el poder que tiene este alimento de fácil adquisición: