Qué es el glaucoma de ángulo cerrado que afecta al 3% de la población

El glaucoma es una afección que padece más de un 3% de la población en España, según la Sociedad Española de Glaucoma (SEG), y que es la principal causa de ceguera. A pesar de esto, se puede prevenir, en especial, uno de los tipos menos frecuentes de esta patología: el glaucoma de ángulo cerrado.

¿Qué es el glaucoma de ángulo cerrado?

El glaucoma de ángulo cerrado provoca una hipertensión ocular que daña el nervio óptico. El iris bloquea el ángulo de drenaje, lugar por el que sale el líquido intraocular. Cuando esto ocurre la presión aumenta. Por lo general, esto empieza de una forma gradual, aunque también puede suceder de manera repentina. Los síntomas permitirán buscar ayuda lo antes posible. 

Prestar atención a la sintomatología es importante para reconocer que una persona está sufriendo un glaucoma de ángulo cerrado. El Manual MSD explica que puede aparecer un dolor de cabeza acompañado de vómitos o náuseas, visión reducida, enrojecimiento ocular y dolor, así como ver halos de colores alrededor de las luces. Esta es una situación de emergencia.

¿Cuáles son sus posibles causas?

Dada la gravedad del glaucoma de ángulo cerrado conviene conocer cuáles son sus posibles causas. Sin embargo, los expertos no saben con certeza qué es lo que lo provoca. Desde la American Academy Of Ophthalmology (AAO) mencionan como posibilidades la presencia de un cristalino demasiado grande, un iris que sea más grueso de lo normal o con un reborde que bloquee el líquido.

Asimismo, añaden que las personas de ascendencia asiática o con presbicia corren un mayor riesgo de desarrollar este tipo de glaucoma. También, ser mujer, tener más de 40 años o si hay familiares que ya hayan padecido el glaucoma de ángulo cerrado incrementa las posibilidades de tenerlo. La SEG apunta que los pacientes con tratamiento con corticoides pueden desarrollar el glaucoma en sus diversas formas, como puede ser esta.

¿Cómo se trata el glaucoma de ángulo cerrado?

Cuando se diagnostica un glaucoma de ángulo cerrado se pueden aplicar gotas en el ojo afectado para que la presión del ojo disminuya. El Manual MSD explica que estas pueden ser “gotas de timolol, pilocarpina y brimonidina”. También, es posible que se administre algún medicamento por vía intravenosa.

En los casos más graves se requiere una intervención quirúrgica con láser llamada iridotomía. Normalmente, a pesar de que el glaucoma de ángulo cerrado haya ocurrido solo en un ojo se tratan los dos para evitar que este pueda afectar al que está sano en algún momento. Recordemos que este tipo de glaucoma puede causar daños irreversibles mientras no se diagnostica y que en el caso de no recibir asistencia médica inmediata la ceguera aparecerá a los pocos días.

El glaucoma de ángulo cerrado no tiene cura en la actualidad. Si bien se puede tratar con gotas o medicamentos, puede que vuelva a aparecer en el futuro. El uso del láser es eficaz, pues actúa como tratamiento y también prevención. Pero, no sustituye a las gotas u otros medicamentos y en el futuro el glaucoma podría aparecer otra vez, como explican desde Glaucoma Research Foundation.

Por lo tanto, el objetivo en este día 12 de marzo es saber detectar los síntomas con el tiempo suficiente para acudir de inmediato a urgencias y evitar el máximo daño posible que este tipo de glaucoma pueda causar a los ojos. Una afección mucho más frecuente de lo que parece y que merece mayor atención.

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