Tal y como ha explicado este martes a través de su cuenta de Twitter, el tenista mallorquín Rafa Nadal estará de baja “entre cuatro y seis semanas” debido a una “fisura de estrés del tercer arco costal izquierdo”.
La noticia llega después de que el balear acudiera a realizarse un examen médico completo con especial atención a unos dolores en el pecho que venía sufriendo recientemente.
Al final resulta que tengo una fisura por estrés en una de las costillas y estaré entre 4 y 6 semanas de baja. No son buenas noticias y no me esperaba esto. Estoy hundido y triste porque tras el inicio de temporada que he tenido tan buena.
— Rafa Nadal (@RafaelNadal) March 22, 2022
¿Qué es la fisura por estrés?
La fisura por estrés en el arco costal es una lesión relativamente común en atletas de todo tipo de disciplinas, y que consiste en una pequeña fractura ósea en una costilla a causa de impactos suaves pero repetidos.
En este sentido, difiere fundamentalmente de las fracturas que se producen por un único impacto con una fuerza mayor a la resistencia del hueso; para que se produzca una fisura por estrés, es fundamental que los impactos que recibe el hueso en cuestión sean con una fuerza menor a la capacidad de resistencia.
¿Cuáles son sus síntomas?
El síntoma más típico de la fisura por estrés en las costillas es el dolor, que en este caso suele presentarse de manera gradual e insidiosa. Por lo general, es localizado y no se irradia a otras zonas, y se siente más intenso con la respiración profunda.
Junto a ello, a veces puede presentarse cierto grado de inflamación y/o acumulación de líquido; incluso, puede aparecer un hematoma sobre el punto de la fisura.
¿Cómo se trata?
El principal tratamiento frente a la fisura por estrés consiste en la suspensión por un tiempo de la actividad física que pueda estar provocándola, de modo que el hueso tenga tiempo de cicatrizar correctamente. Por ello, en el caso del deportista balear, tendrá que estar de baja unas semanas.
En casos más graves, puede ser necesario incluso recurrir al vendaje para la estabilización del hueso o a la cirugía si hay desplazamiento en el eje de la costilla. Sin embargo, estos supuestos son poco frecuentes.
En cualquier caso, posteriormente al reposo es común que los atletas necesiten pasar por una rehabilitación que incluya fisioterapia, con ejercicios de fortalecimiento de los músculos más afectados por la falta de actividad.
