Los años de formación académica, el tiempo que lleva conseguir un puesto de trabajo medianamente estable y el difícil acceso a la vivienda son algunos de los factores que hacen que la maternidad se vaya postergando poniendo en peligro la fertilidad femenina.
En muchos casos, las circunstancias no permiten plantearse tener un bebé hasta la treintena pero, entonces, quedarse embarazada puede resultar más difícil.
La edad de la mujer es determinante para poder tener hijos pues, a partir de los 30 años, la fertilidad empieza a decaer.
Este descenso es acusado a partir de los 35 años y muy alto a partir de los 38, según datos de la Sociedad Española de Fertilidad.
No obstante, la edad no es el único factor a tener en cuenta, pues el estilo de vida también puede influir en las probabilidades de lograr un embarazo.
En este sentido, una revisión de estudios publicada en la revista «Current Opinion in Obstetrics & Gynecology» concluye que, además de la edad, la obesidad, el sedentarismo, el alcohol, el tabaco y otros compuestos tienen un efecto negativo en la fertilidad y pueden prolongar el tiempo necesario para conseguir quedarse embarazada.
Alimentación saludable
Por ello, Procare Health, laboratorio especializado en salud femenina, ofrece algunos consejos a tener en cuenta a la hora de plantearse un embarazo a partir de los 30 años.
El primero es tener una alimentación saludable. En este sentido, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) indica que las mujeres con obesidad tienen una menor probabilidad de quedarse embarazadas tanto de forma espontánea como tras someterse a técnicas de reproducción asistida.
Así, se calcula que la probabilidad de embarazo en mujeres con obesidad grave se reduce a la mitad respecto a mujeres con peso normal.
«Se estima que por cada punto de incremento en el índice de masa corporal (IMC), se reduce la probabilidad de embarazo espontáneo en un 10 %. Además, se calcula que, tras técnicas de reproducción asistida, por cada punto de aumento del IMC, disminuyen un 9 % los nacimientos de recién nacidos vivos»,
señala la doctora Ana de Hollanda, coordinadora del grupo de Obesidad de la SEEN.
La especialista explica que la obesidad altera la ovulación pues el exceso de grasa corporal provoca alteraciones en las hormonas que regulan la ovulación.
Asimismo, ese exceso de grasa afecta de manera negativa a la calidad de los óvulos y a su capacidad para ser fecundados.
El tabaquismo
Otra medida recomendable para las mujeres que quieran ser madres es evitar el tabaco, pues este hábito también se asocia con menores tasas de fecundidad.
La Sociedad Americana de Medicina Reproductiva (ASRM, por sus siglas en inglés) subraya que los productos químicos presentes en el humo de los cigarrillos (como la nicotina, el cianuro y el monóxido de carbono) aceleran la pérdida de óvulos.
Hay que tener en cuenta que la reserva de óvulos de la mujer va disminuyendo con la edad y no se regenera.
Esto implica que a las mujeres fumadoras les llega la menopausia entre 1 y 4 años antes que a las no fumadoras.
De igual modo, esta entidad recalca que las mujeres fumadoras no conciben de manera tan eficiente como las no fumadoras.
De hecho, las tasas de infertilidad tanto en hombres como en mujeres que fuman son aproximadamente el doble que las de los no fumadores.
Asimismo, el riesgo de problemas de fertilidad se incrementa con el número de cigarrillos que se fuman al día.
Por su parte, el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG, por sus siglas en inglés) subraya la importancia de abandonar el consumo de sustancias antes de intentar quedarse embarazada.
Esta entidad recuerda que el tabaco, el alcohol, la marihuana, las drogas ilegales y algunos medicamentos pueden causar serios problemas como defectos congénitos en el bebé, bajo peso al nacer, parto prematuro o incluso el nacimiento de un bebé muerto.
Ejercicio físico
Desde Procare Health recomiendan a las mujeres que quieran quedarse embarazadas que realicen ejercicio físico.
«La práctica regular de ejercicio físico tiene numerosos beneficios para el bienestar del organismo. La actividad física contribuye al control de peso, lo que resulta favorable para prevenir la obesidad y los problemas que esta conlleva para la capacidad ovulatoria»
indican los especialistas de este laboratorio.
Asimismo, los expertos del ACOG recomiendan hacer 150 minutos de actividad física moderada a la semana, junto a ejercicios para fortalecer los músculos al menos 2 días a la semana.
«Puedes dividir el número recomendado de minutos en varias sesiones de entrenamiento a lo largo de la semana, por ejemplo, en sesiones de 30 minutos repartidas en 5 días a la semana. Establece la rutina que mejor se adapte a ti»
recomiendan.
Los días más fértiles
Por último, cuando se quiere se madre es aconsejable comprobar cuáles son los días más fértiles.
«A la hora de buscar un embarazo, es imprescindible conocer el calendario de ovulación de la mujer para saber cuál es el periodo más fértil y así optimizar las relaciones»
señalan desde Procare Health.
Una mujer tiene un determinado número de óvulos inmaduros almacenados en sus ovarios.
A lo largo de su vida, algunos de estos óvulos madurarán.
Cuando un óvulo está totalmente maduro, es liberado por el ovario. Esto se conoce como ovulación.
Desde el ovario, el óvulo viaja por las trompas de Falopio hasta el útero. Si durante este trayecto es fecundado por un espermatozoide, comienza un embarazo, que se alojará dentro del útero.
Pero si esto no ocurre, será expulsado junto con el endometrio, que es el tejido que recubre la pared interna del útero, en la menstruación.
En un ciclo menstrual promedio de 28 días, la ovulación ocurre unos 14 días antes del inicio de la siguiente menstruación.
Si se quiere concebir, el momento óptimo para mantener relaciones sexuales es el día de la ovulación y los cinco días previos a ella.
Puesto que los espermatozoides pueden vivir en el interior del aparato reproductor femenino hasta cinco días, las probabilidades de lograr un embarazo son más altas si hay esperma vivo en las trompas de Falopio durante la ovulación.
Según datos de la Sociedad Española de Fertilidad, el 85 % de las parejas logra un embarazo tras un año de búsqueda y un tercio de esos embarazos sucede en el transcurso de los tres primeros meses.
No obstante, si tras haberlo intentado durante un año, el embarazo no se produce, es conveniente consultar con un médico.