Un 53% de la población española presenta sobrepeso y obesidad, cifra que confirma la tendencia al alza de esta enfermedad. El sedentarismo sigue siendo el principal enemigo. El índice de masa corporal (IMC) es uno de los indicativos más importantes para determinar la presencia de obesidad.
“Las tasas de sobrepeso, considerado como una condición de preobesidad, y obesidad siguen siendo alarmantes en España. Afectan ya a más de la mitad de la población”, ha advertido María del Mar Malagón, presidenta de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), catedrática de la Universidad de Córdoba y subdirectora científica del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC), en la presentación de la última encuesta que ha llevado a cabo esta entidad, a finales de febrero, con motivo del Día Mundial de la Obesidad.
La encuesta, que se ha realizado en un millar de personas mayores de 18 años, concluye los casos de sobrepeso y obesidad alcanzan a cerca de un 54% de la población y que hasta un 42,6% es totalmente sedentaria, datos que reafirman las conclusiones de otra encuesta previa realizado a mediados de 2020 y en la que, como en la actual, se evaluaron datos relacionados con el peso e Índice de Masa Corporal (IMC) y los hábitos, actividad y ejercicio físico de los participantes.
A mediados de 2020, y coincidiendo con las últimas fases del confinamiento domiciliario por la covid-19, la SEEDO efectuó una encuesta poblacional que indicaba que prácticamente la mitad de los habitantes de España, habían incrementado su peso medio durante este periodo de tiempo: hasta un 73% de las personas señalaban que habían engordado entre 1 y 3 kilogramos.
La nueva encuesta ha seguido una metodología similar a la anterior. La única diferencia es que las entrevistas se han llevado a cabo vía on line y no por teléfono –lo que, según los investigadores, refleja de forma más fidedigna la situación real de los encuestados-, y los resultados han sido calificados de sorprendentes.
Cambio de hábitos y sedentarismo
En estos momentos, el 53,8% de los entrevistados padecían exceso de peso -un 36,6% con sobrepeso y un 17,2% con obesidad-. Para Albert Lecube, vicepresidente de la SEEDO y jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Arnau de Villanova, en Lleida, “estos datos se asemejan a los arrojados por el estudio ENPE de 2020, pero difieren en algo sobre la última encuesta europea de salud en España 2020 y que evidencian un significativo aumento respecto a la encuesta SEEDO de 2020”.
Los especialistas señalan a la pandemia, que se ha acompañado de un cambio en los hábitos de vida, como principal responsable del aumento de personas que presentan obesidad en España, en comparación con la encuesta SEEDO de hace dos años: “teletrabajo, estrés, limitaciones para acudir a los centros deportivos por las restricciones del covid-19 y el miedo a salir a la calle en las personas de mayor edad han contribuido a este fenómeno que, sin duda, “repercute de manera negativa en la salud”, indica Lecube.
En cuanto a las tasas más elevadas de bajo peso, el informe señala que el IMC medio de la población encuestada se sitúa en 25.97, siendo las mujeres y las personas más jóvenes las que registran un IMC más bajo.
César Bustos, miembro de SEEDO y CEO del centro No Hay Excusas (NHE), “más de la mitad de los encuestados considera que tiene exceso de peso, siendo la franja de edad a partir de los 35 años, donde la percepción de este hecho se ve más definida”.
Interés por adelgazar
Sin embargo, no se aprecian diferencias significativas entre sexos en cuanto a la percepción subjetiva de exceso de peso ni en el deseo de estar más delgado: a un 70,9% de los encuestados les gustaría estar más delgados. Y, en este sentido, son las mujeres las que dicen haber intentado perder peso en algún momento de su vida (un 78,2, frente al un 67,2 de los hombres).
“Existe un claro interés por intentar adelgazar, ya que un 80,6% de las personas con sobrepeso y un 91,4% de las personas con obesidad declaran haber intentando adelgazar alguna vez”, subraya Sharona Azriel, secretaria de SEEDO y adjunta del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Infanta Sofía de Madrid.
Según los datos de la encuesta, las tres principales causas que están detrás del exceso de peso se relacionan directamente, en orden de mayor a menor importancia, con hábitos de ejercicio, de alimentación y de gestión emocional o personal.
“Se evidencia un marcado y extendido sedentarismo y se señala a la falta de ejercicio como la principal causa de exceso ponderal”, subraya Bustos. Casi la mitad de los encuestados (un 42,6%) reconoce que no realiza ningún tipo de ejercicio físico o dedica menos de 1 hora a la semana a actividades como andar a paso ligero, correr, trotar, montar en bicicleta, hacer gimnasia, o cualquier otra modalidad o actividad deportiva.
Horas ‘muertas’
El sedentarismo alcanza cifras preocupantes: un 47,2% de los encuestados señala que se pasan entre 1 y 5 horas al día sentados, tumbados o inactivos -sin contar las horas de sueño-, siendo un 31% y un 16% los que afirman pasar entre 5 y 8 horas al día o más de 8 horas, respectivamente, en actitud sedentaria.
No obstante, el 80,7% de los sedentarios reconoce que le podría dedicar al menos 15 minutos al día, 4 ó 5 días a la semana. Casi el 50% de los jóvenes aseguran que podrían dedicar más de 1 hora semanal al ejercicio, siendo el grupo poblacional más dispuesto a ello.
El Día Mundial de la Obesidad, que se celebra hoy viernes, está promovido por la Federación Mundial de Obesidad en colaboración con sus miembros mundiales que recuerdan que más de 800 millones de personas en el mundo presenta obesidad, para cuyas complicaciones se destinará más de un billón de dólares en el año 2025.
Además, la obesidad infantil podría aumentar en un 60% en la próxima década, alcanzando los 250 millones de niños con sobrepeso u obesidad en 2030, sin olvidar que las personas obesas tienen el doble de probabilidades de ser hospitalizadas si padecen covid-19. R.Serrano