Comer un aguacate a diario ayuda a reducir la grasa más perjudicial para la salud. Esta es la denominada “grasa visceral”; es decir, la que se localiza en la zona abdominal y está más cerca de algunos órganos vitales como el corazón, lo que conlleva un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y otras patologías asociadas.

Esta es la conclusión de una investigación(1) que ha contado con 105 personas que tenían sobrepeso y que fueron divididas en dos grupos: las del primero siguieron un régimen en el que se incluía un aguacate fresco al día, mientras que las del segundo tomaron platos con similares ingredientes y que aportaban las mismas calorías, pero sin incluir el aguacate.

Pasadas las 12 semanas que duró el estudio, solo los integrantes del primer grupo habían reducido su grasa visceral. En concreto, se observó que en esos participantes había una menor proporción entre grasa visceral y subcutánea (es decir, la que se sitúa justo debajo de la piel y es más fácil de eliminar que la visceral). Para los investigadores esto indica que el consumo de aguacates también favorece la redistribución de la grasa en general, consiguiendo que esta “se aleje” de los órganos, que es donde más dañina resulta.

Fuentes:

  1. Naiman A Khan, Caitlyn G Edwards, Sharon V Thompson et al.: “Avocado Consumption, Abdominal Adiposity, and Oral Glucose Tolerance Among Persons with Overweight and Obesity”. The Journal of Nutrition.