“Un sacacuartos”: una farmacéutica advierte sobre las famosas bebidas que protegen las defensas

• Vegetales para fortalecer el sistema inmune (y un menú)
• La especia que debes añadir en tus comidas para aliviar el dolor de rodilla: es relajante y fortalece los músculos

Los probióticos han ganado popularidad en los últimos años con la promesa de reforzar el sistema inmunitario. Sobre los pequeños yogures líquidos que se venden en España ha advertido la farmacéutica y especialista en micronutrición Helena Rodero.

Como señala la Universidad de Harvard, en el mercado puedes encontrar una amplia variedad de productos que prometen aportar bacterias beneficiosas, aunque sus componentes pueden provocar confusión a los consumidores. Para entender mejor cómo los probióticos pueden ayudarnos, la prestigiosa universidad explica que el intestino grueso contiene miles de millones de bacterias beneficiosas esenciales para la salud.

Estos microbios ayudan a mantener una función intestinal saludable e incluso pueden ayudar en el tratamiento de enfermedades como la enfermedad inflamatoria intestinal. También puede contribuir en el control del peso y el estado de ánimo. Cada persona posee un microbioma único que puede ampliar a través de ciertos alimentos.

La advertencia de la farmacéutica

El más famoso por su disponibilidad en supermercados es el yogur. Pero debes asegurarte que la etiqueta indica que contiene “cultivos vivos y activos”. Entre las opciones más populares se encuentra los yogures líquidos que se venden en pequeños envases y se recomiendan sobre todo para niños y mayores.

Helena Rodero ha alertado sobre la verdadera eficacia de estos productos. “Además de ser sacacuartos, no van a hacer más que cualquier otro yogur que hay en el mercado”. Así de tajante se ha pronunciado la farmacéutica sobre la bebida que promete mantener el buen funcionamiento de nuestro sistema inmunitario.

La clave de su comercialización radica en la adición de vitamina B6, que permite a las marcas afirmar que ayudan a las defensas. Sin embargo, la especialista aclara que “es muy difícil tener déficit de vitamina B6” porque está presente en bastantes alimentos de nuestra dieta habitual.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) también señala que estos productos probióticos son comparables a cualquier yogur común, pero con un precio significativamente más alto. Desde una perspectiva nutricional, se necesitarían tres de estos botecitos para obtener la misma cantidad de proteínas que un vaso de leche. Además, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) no ha respaldado las afirmaciones de estas bebidas sobre reforzar las defensas del cuerpo, permitiendo únicamente declaraciones genéricas sobre las vitaminas o minerales que contienen, como la vitamina B9, el hierro o el zinc.

Cómo incluir probióticos en la dieta

Introducir bacterias beneficiosas en el intestino puede lograrse de dos maneras principales: a través de alimentos fermentados y de suplementos dietéticos. Los alimentos fermentados son la fuente más natural de probióticos. Estos alimentos pasan por un proceso de lactofermentación en el que las bacterias naturales convierten los azúcares y almidones en ácido láctico. Este proceso no solo conserva los alimentos, sino que también promueve la producción de enzimas, vitaminas B y ácidos grasos omega-3, además de varias especies de bacterias beneficiosas.

La fermentación transforma los alimentos en versiones más saludables y llenas de probióticos. Por ejemplo, el repollo se convierte en chucrut, los pepinos en encurtidos y la leche en yogur. Sin embargo, no todos los alimentos fermentados contienen probióticos. La cerveza y el vino, por ejemplo, pierden estas bacterias beneficiosas durante su proceso de elaboración.

El yogur, el kéfir, la kombucha, el chucrut o los encurtidos son algunos de los probióticos más comunes

Algunos de los alimentos fermentados más comunes que contienen probióticos de forma natural incluyen el yogur, el kéfir, la kombucha, el chucrut, los encurtidos, el miso, el tempeh, el kimchi, el pan de masa madre y algunos quesos.

Por otro lado, los suplementos probióticos suelen venderse sin receta y están destinados a tratar dolencias específicas según las recomendaciones médicas. Por eso, no se aconseja su uso diario.