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Las mandarinas son una de las frutas más consumidas en invierno gracias a su sabor dulce, su facilidad para pelarlas y sus múltiples beneficios para la salud. Su alto contenido en agua la convierte en una opción hidratante y refrescante, perfecta para cualquier momento del día. Además, elegir mandarinas frescas, pesadas y de piel firme asegurará una mejor calidad en su consumo.
Estas frutas son ricas en vitamina C, fibra y antioxidantes, estas pequeñas joyas cítricas ayudan a fortalecer el sistema inmunológico, mejorar la digestión y proteger el corazón. Sin embargo, muchas personas cometen un error al consumirlas que impide aprovechar todas sus propiedades. Además, contienen flavonoides como la hesperidina, con efectos antiinflamatorios y antioxidantes. También son una fuente de pectina, un tipo de fibra que favorece la digestión y contribuye a reducir el colesterol LDL en sangre.
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J. García González
Según la Fundación Española de la Nutrición (FEN), estas frutas poseen una cantidad significativa de provitamina A, especialmente en forma de criptoxantina, un caroteno con propiedades antioxidantes. Uno de los aspectos menos conocidos de esta fruta es el valor nutricional de sus hebras blancas. Muchas personas las eliminan por su textura o por simple costumbre, pero lo cierto es que ayudan a prevenir el envejecimiento celular y favorecen la salud cardiovascular, por lo que consumir la mandarina en su totalidad es la mejor opción.
Lo que dice una experta sobre las hebras de las mandarinas
Cristina Lora, dietista y tecnóloga alimentaria, ha abordado este tema en redes sociales y ha sido muy clara al respecto. “Estaba pensando que hay dos Españas ahora mismo: las que se comen estas hebritas y estos filitos blancos y las que lo quitan porque les da un poquillo de asquito”, comenta en uno de sus vídeos de Instagram.
La especialista explica que estas fibras blancas son una de las partes más beneficiosas de la fruta por lo que no deberían retirarse de la fruta. “Estas hebritas blancas se llaman albedo y es la parte más saludable que tiene la mandarina. Contiene hasta 20 veces más compuestos fenólicos que los gajos, que son antioxidantes, y un alto contenido en pectina que es fibra, que hace que reduzcan los niveles de colesterol LDL en sangre. Así que, amiga, no las tires y cómetelas”, señala Lora.
Las hebras de la mandarina contienen “hasta 20 veces más de compuestos fenólicos que los gajos” y tienen un alto contenido en pectina
En este sentido, estudios del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación han destacado que las mandarinas poseen flavonoides con propiedades anticancerígenas, además de limonoides en su cáscara, un tipo de terpenos cuyo efecto terapéutico está siendo estudiado en pacientes con cáncer. Por lo tanto, consumir esta fruta en su temporada no solo garantiza un mejor sabor y textura, sino también un mayor aporte de nutrientes.