La prevalencia de la obesidad ha alcanzado niveles sin precedentes: solo en 2022, una de cada ocho personas en el mundo padecía esta compleja enfermedad, según datos de la Organización Mundial de la Salud. Más de 650 millones de adultos están clasificados como obesos; y otros 340 millones de niños y adolescentes también pasan por esta separación, lo que pone de relieve su condición de epidemia mundial.
La obesidad se caracteriza por una acumulación excesiva de grasa corporal, a menudo determinada por un índice de masa corporal (IMC) de 30 o más, aunque muchos científicos están cada vez más de acuerdo en que el IMC no define la salud de un individuo. Sea como fuere, la obesidad es una afección influenciada por una compleja interacción de factores genéticos, ambientales y conductuales y se da más en países de altos ingresos que en los de menos, pero ninguna región del planeta está libre de la obesidad, incrementada por el aumento del estilo de vida sedentario.
Ahora, en este panorama en el que se aboga contra ese aumento de las tasas de obesidad, los investigadores han descubierto que el ácido elenólico, un compuesto natural que se encuentra en las aceitunas, el típico aperitivo en las mesas españolas mientras esperas la comida o te tomas unas tapas, o incluso ingrediente de ensaladas, la aceituna, es un potencial alimento para combatir el aumento de peso y regular los niveles de azúcar en sangre.
¿Y qué tiene de especial la aceituna? Los investigadores identificaron precisamente el ácido elenólico que se encuentra de forma natural en las aceitunas como un compuesto que puede provocar la liberación de las hormonas PYY y GLP-1 en el intestino.
Estas hormonas son como los soldados naturales de nuestro cuerpo, que luchan contra la sobrealimentación. Cuando se liberan estas hormonas, le indican al cuerpo que deje de comer y ayudan a controlar los niveles de azúcar en sangre.
Resultados asombrosos en estudio
En modelos de ratones con estas condiciones de salud, un equipo de científicos de Virginia Tech (Estados Unidos), descubrió, tras una semana de tratamiento, que este compuesto redujo los niveles de azúcar en sangre tan bien como, o incluso mejor que, dos medicamentos principales orientados a este fin. “Las modificaciones del estilo de vida y las medidas de salud pública han tenido un impacto limitado en la creciente prevalencia de la obesidad, uno de los principales factores de riesgo de la diabetes tipo 2”, afirman los autores.
“Los medicamentos disponibles para la obesidad son ineficaces para mantener la pérdida de peso, son caros y/o conllevan posibles riesgos de seguridad a largo plazo. Nuestro objetivo era desarrollar agentes multi-objetivo más seguros, más baratos y más convenientes que puedan prevenir la aparición de trastornos metabólicos y diabetes tipo 2”, aclaran los autores, que expusieron sus conclusiones en el evento global NUTRITION 2024 en unos resultados preliminares que aún no han sido revisados por pares.
“El uso de productos naturales puede mejorar los resultados para una gama más amplia de pacientes”
Los investigadores descubrieron que este compuesto, que se encuentra en las aceitunas maduras y el aceite de oliva virgen extra, impulsa a estas hormonas a actuar en el intestino. “En general, el estudio mostró que el ácido elenólico de las aceitunas tiene efectos prometedores sobre la liberación de hormonas y la salud metabólica, especialmente en condiciones de obesidad y diabetes”, comenta Dongmin Liu del Departamento de Nutrición Humana, Alimentos y Ejercicio de Virginia Tech.
Incluso una dosis única de ácido elenólico concentrado estimuló la secreción de GLP-1 y PPY, según los expertos. Y los ratones obesos que siguieron una dieta rica en grasas y recibieron dosis de 50 mg/kg/día de esta sustancia durante dos semanas y lograron niveles de tolerancia a la glucosa y presión arterial en ayunas comparables a los de sus compañeros alimentados con una dieta estándar.
Se necesitan más estudios
En esencia, el ácido elenólico reducía la ingesta de alimentos, lo que promovía una mayor pérdida de peso en los roedores. Y dio un impulso a los niveles circulantes de PYY y GLP-1, al tiempo que cortaba de raíz la sobreexpresión de un péptido conocido por aumentar la ingesta de alimentos y el aumento de peso.
Los expertos exponen que como la concentración de este ácido elenólico tanto en el aceite de oliva como en las aceitunas es bastante baja, no se trata de atiborrarse de ambas sustancias para lograr el objetivo deseado de pérdida de peso, sino que arroja posibles beneficios para la salud de este compuesto. Se necesitan realizar estudios en humanos a pesar de que, a todas luces, estos hallazgos son más que interesantes. Encontrar una fórmula perfecta que sirva para tratar a todos los pacientes es el santo grial de los pacientes con obesidad.
La prevalencia de la obesidad ha alcanzado niveles sin precedentes: solo en 2022, una de cada ocho personas en el mundo padecía esta compleja enfermedad, según datos de la Organización Mundial de la Salud. Más de 650 millones de adultos están clasificados como obesos; y otros 340 millones de niños y adolescentes también pasan por esta separación, lo que pone de relieve su condición de epidemia mundial.
