Las enfermedades vasculares representan la principal causa de muerte en los países desarrollados. Pueden tener consecuencias que acaben en un infarto de miocardio, accidente cerebro vascular -ictus- o enfermedades como la insuficiencia arterial periférica -afecta sólo a las arterias y no a las venas- y embolias
Unidades de Riesgo Vascular para el control y prevención de las enfermedades cardiovasculares
Un mal cuidado y control de los factores de riesgo de la salud cardiovascular supone el origen de 17,3 millones de muertes al año a nivel mundial, estando relacionadas el 85 % con la enfermedad arteriosclerótica, incluyendo la enfermedad coronaria, la enfermedad arterial periférica y la patología cerebrovascular.
En España siguen siendo la primera causa de mortalidad, responsables del 29,17 % de los fallecimientos en 2019 y más de 55.000 muertes en 2020. La cardiopatía isquémica (CI) es la más frecuente en el caso de los varones y el ictus en las mujeres.
según datos del Instituto Nacional de Estadística (Noviembre 2021).
Destacar que la tasa de mortalidad por enfermedades vasculares ha descendido en los últimos años, según datos del INE:
- Aproximadamente un 50 % del descenso se puede atribuir a las mejoras en el tratamiento y manejo en la fase aguda de los síndromes coronarios agudos (SCA) e ictus, el tratamiento para la insuficiencia cardíaca y la revascularización vascular.
- El otro 50 % se ha atribuido a un mejor control de los factores de riesgo cardiovascular en la población general, particularmente al mejor control del colesterol, de la presión arterial (PA) y a la reducción del tabaquismo.
Parte de esta mejora se atribuye a las Unidades de Riesgo Vascular, un servicio fundamental para la mejora de la calidad de vida de los pacientes de enfermedades vasculares.
La perteneciente al Hospital de La Princesa de Madrid lleva 34 años en funcionamiento, más de tres décadas en las que la medicina interna ha estado protegiendo la salud cardiovascular de sus pacientes.
“Creemos que es una patología que impacta mucho en la calidad de vida y en la cantidad de vida de las personas”. expresa la doctora Carmen Suárez Fernández, jefa del servicio de Medicina Interna y miembro de la Unidad de Riesgo Vascular del Hospital La Princesa.
Unidad de Riesgo Vascular: control y prevención
La Unidad de Riesgo Cardiovascular (URC) es un servicio creado para prevenir, detectar y tratar de manera precoz los problemas cardiovasculares producidos por diversos factores de riesgo como puede ser la hipertensión arterial, la diabetes, la hipercolesterolemia, obesidad y sedentarismo.
Este servicio se encuentra englobado dentro de la medicina interna y está compuesto por un equipo multidisciplinar de profesionales sanitarios.
El objetivo de la unidad es el control de los riesgos vasculares.
“Si los factores de riesgo no están bien controlados se da lugar al infarto de miocardio, al ictus o a la enfermedad arterial periférica con la amputación de las piernas”.
informa la doctora Iluminada García Polo, médica internista de la Unidad de Riesgo Vascular del hospital.
Los pacientes que acuden a esta unidad cada vez son más. La pandemia también ha puesto en peligro la salud vascular ya que ha potenciado los factores de riesgo.
“Con la llegada de la covid empecé a tener algo de estrés, lo que me ocasionó tener una serie de síntomas. Tras unas pruebas me diagnosticaron que era hipertensa, pero con los cuidados y tratamientos estoy bastante bien”.
Maite Sánchez Casasola, paciente de la Unidad de Riesgo Vascular.
Nivel avanzado
La Sociedad Española de Medicina Interna acredita cada Unidad de Riesgo Vascular con un nivel para promover que estas unidades alcancen el más alto basándose en una serie de criterios.
El Hospital La Princesa de Madrid ha recibido el más alto: el avanzado.
“Este nivel nos acredita ser una unidad no solo asistencial sino también docente, lo que nos permite enseñar tanto a médicos residentes como a especialistas que quieran formarse en riesgo vascular. También tenemos una acreditación como centro investigador en enfermedades cardiovasculares”.
Doctora Alejandra Gullón Ojesto, médica internista de la Unidad de Riesgo Vascular.
Factores clave en el cuidado cardiovascular
El procedimiento básico para todo paciente es obtener datos de la historia clínica. La evolución del riesgo dependerá de los resultados tras analizar los antecedentes familiares, personales, hábitos tóxicos, de alimentación y ejercicio físico, y la actividad profesional.
Aquellos síntomas que reflejen una lesión en el órgano diana requerirán de un análisis del sistema nervioso central, del corazón y el riñón.
Hay pacientes que pueden sufrir una patología polivascular, es decir, sufrir la afectación en más de dos territorios vasculares arteriales.
La enfermería forma parte de este trabajo ya que la evaluación y valoración es tarea de dicha especialidad.
“Elaboramos una evaluación física de peso, talla, índice de masa y perímetro abdominal. Después se toma la presión tres veces: en la primera consulta se toma en ambos brazos para conocer cuál es el dominante”, cuenta la enfermera de la Unidad de Riesgo Vascular, Patricia Ibáñez.
A los pacientes diabéticos, o con alto riesgo por ser fumadores, se les realiza la prueba del ITB para ver si padecen claudicación intermitente.
Por otro lado, se tiene en cuenta el estilo de vida: se analiza la dieta, si necesita alguna restricción al respecto; la ingesta hídrica, si tiene problemas renales, si bebe alcohol y/o bebidas edulcoradas, etc.
Además, se valora la calidad del sueño y la actividad física que realiza el paciente y en función de su perfil se le da una serie de recomendaciones para aumentar el ejercicio.
“Es muy importante evaluar la adherencia al tratamiento para ver si se toman adecuadamente la medicación o si tiene algún problema con la pastilla o efecto adverso”.
recalca la enfermera.
Modificación del estilo de vida
Para todos los pacientes las recomendaciones médicas recogen evitar el consumo de sustancias nocivas para el cuerpo.
El consumo de tabaco está más que desaconsejado. Los pacientes fumadores deben realizar una evaluación del grado de dependencia, índices de paquete/año e historia de abandonos previos.
Los pacientes en fase contemplativa de abandono deben iniciar un tratamiento individualizado según sus preferencias y niveles de dependencia.
recomiendan los profesionales de la Unidad de Riesgo Vascular del Hospital La Princesa.
El consumo de alcohol en estos pacientes supone un alto riesgo vascular. La recomendación médica limita la ingesta de esta sustancia a niveles moderados, siempre y cuando no se tenga que evitar por completo.
Finalmente, la dieta también forma parte de los consejos profesionales. Una alimentación saludable conlleva evitar los alimentos en grasas saturadas y alimentos ultraprocesados. Así mismo aconsejan reducir el consumo de azucares libres, sal y refrescos.
Es recomendable incrementar el consumo diario de frutas y verduras, fibra, frutos secos y harinas integrales. También, consumir pescado 1 o 2 veces por semana, principalmente pescado azul y evitar el consumo de carnes procesadas.
aconsejan los profesionales de la unidad.
El ejercicio físico también forma parte de la rutina saludable. Los pacientes con riesgo vascular deben mantener un estilo de vida activo realizando entre 150 y 300 minutos de actividad física a la semana.