La receta más sencilla para preparar zamburiñas: los pasos a seguir

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La zamburiña es un manjar cada vez más popular en nuestra gastronomía y, como era de esperar, su elaboración se ha vuelto más variada y creativa, siendo la que aquí proponemos muy sencilla, pero increíblemente deliciosa. A pesar de que la temporada de este molusco bivalvo abarca desde mayo hasta septiembre, siempre tendremos la opción de comprarlas congeladas. Con esta receta, no notarás la diferencia.

El repertorio de aliños es variado, pero siguiendo el principio de “menos es más”, descubriremos lo efectivo que puede resultar servirlas con un poco de ajo o simplemente con un chorrito de limón. Si todavía queremos experimentar con las posibilidades de este marisco, hay una receta que, si bien nos llevará algo más de tiempo, es sumamente sencilla y dará como resultado un plato para chuparse los dedos.

Ingredientes

• 12 zamburiñas
• 150 miligramos de aceite de oliva virgen extra
• 2 dientes de ajo
• 1 cucharada de perejil fresco picado
• Sal gorda

Elaboración

Lo primero que debemos hacer es limpiar de arena las zamburiñas para, posteriormente, separar la carne de la concha. Acto seguido sumergiremos la una y la otra en sus respectivos cuencos de agua fría durante al menos dos horas, cambiando el agua hasta en tres ocasiones. Transcurrido ese tiempo, las escurriremos, si es necesario haciendo uso de un papel absorbente.

Para la preparación de la salsa alioli, picaremos los dientes de ajo y los añadiremos a la batidora, junto con el aceite de oliva y un poco de sal gorda. Lo licuaremos todo hasta obtener una salsa homogénea. Cuando esté lista, bañaremos las zamburiñas en la salsa para, a continuación, hacerlas a la plancha vuelta y vuelta, un minuto por cada lado. En este proceso podemos añadir algo de salsa en la sartén, para que queden más jugosas.

Plato de presentación

Para finalizar, las colocaremos sobre sus respectivas conchas y añadiremos un poco más de sal gorda y salsa por encima. Una vez colocadas en el plato, podremos espolvorear, también, un poco de perejil picado, creando el bocado perfecto.

En caso de que utilicemos zamburiñas congeladas, habrá que descongelarlas, guardándolas en la nevera la noche anterior y sumergiéndolas en agua fría antes de comenzar con la elaboración. Aunque estas zamburiñas suelen venir abiertas y limpias, también es aconsejable asegurarse de que no lleven arena.