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Los humanos no producimos omega-3 de manera natural, por lo que es necesario que lo recibamos a través de los alimentos. El omega-3 es un ácido graso poliinsaturado que el organismo necesita para que el sistema cardiovascular, el inmunitario y el endocrino funcionen de manera óptima.
Como indican en la Clínica Universidad de Navarra, “no hay una ingesta diaria recomendada específica para el omega-3”, pues se entiende que la dieta es suficiente para obtener este ácido graso. La Organización Mundial de la Salud (OMS) sí da una cifra, y recomienda una ingesta diaria de entre 250 y 2.000 miligramos. Esto equivaldría a consumir marisco o pescado de 3 a 4 veces por semana.
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Por otra parte, desde la Universidad de Harvard explican que, si bien hay investigaciones que la ingesta de omega-3 protege frente a las enfermedades cardiovasculares, hacerlo tomando suplementos no se ha demostrado que “proporcione la misma protección” o que esta sea mayor.
Si buscamos cifras más concretas, desde National Institutes of Health indican que, aunque los expertos no han establecido cantidades oficiales, la ingesta mínima diaria de ácidos grasos omega-3 en varones adultos debería ser de 1,6 gramos, mientras que en mujeres adultas sería 1,1 gramos.
Los alimentos más ricos en omega-3
La mejor forma de obtener omega-3 es mediante la dieta. Los alimentos más ricos en este ácido graso son el aceite de lino (53 gramos de omega-3 por cada 100 gramos de producto), el aceite de salmón (35 gramos cada 100 gramos), las semillas de lino (22 gramos cada 100 gramos), el aceite de hígado de bacalao (19 gramos cada 100 gramos) y las semillas de chía (17 gramos cada 100 gramos de producto). En cuanto a pescados, los más ricos en omega-3 serían la caballa, el salmón salvaje, el arenque y las anchoas.
