Según un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad Ben-Gurión del Néguev en Israel, la dieta mediterránea verde podría tener unos efectos muy positivos de carra a retrasar el envejecimiento cerebral (apoyando la neurogénesis, reduciendo la neuroinflamación y el estrés oxidativo y retrasando la atrofia asociada con el envejecimiento cerebral).
La dieta mediterránea verde es una versión mejorada de la dieta mediterránea tradicional, que hace hincapié en los alimentos de origen vegetal, los ingredientes ricos en polifenoles y los hábitos alimentarios sostenibles. En la versión que todos conocemos de la dieta mediterránea se incluyen pescados, productos lácteos y un consumo moderado de carne. En esencia, se inspira en las cocinas tradicionales de los países mediterráneos como Grecia, Italia y España con alimentos integrales, ricos en nutrientes y priorizando las grasas saludables, siendo el aceite de oliva la principal fuente.
Por otro lado, la versión ‘verde’ de esta popular dieta, reduce los productos animales y aumenta la ingesta de té verde y batidos verdes que tienen propiedades antiinflamatorias y parecen estar entre los más alimentos más potentes para reducir nuestro riesgo de degeneración cerebral a medida que envejecemos. La versión oficial de la dieta requiere de tres a cuatro tazas de té verde (720-920 ml aproximadamente), 100 gramos de lenteja de agua y 28 gramos de nueces al día.
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A. Muñoz
Según los expertos, la dieta mediterránea verde es positiva para:
- La salud cardíaca: los estudios sugieren que puede mejorar la salud cardiovascular incluso más que la dieta mediterránea estándar.
- Para el control de peso: las investigaciones indican que puede ayudar a perder grasa, especialmente en la zona abdominal.
- Para la salud intestinal: la dieta es rica en fibra y prebióticos, lo que promueve un microbioma intestinal saludable.
- Para la sostenibilidad: es buena para el medio ambiente, ya que al reducir el consumo de carne, tiene un menor impacto ambiental en comparación con las dietas tradicionales.
Añadir más verduras verdes, para un cerebro más sano
Según los últimos estudios, integrar en la dieta mediterránea un mayor número de verduras verdes (acelgas, espinacas, rúcula, lechuga, col rizada, endivias, berros…) puede ayudar a reforzar la función cerebral, mejorar la memoria y mejorar la salud general gracias a sus nutrientes (vitaminas, minerales y fibras) que favorecen tanto la salud intestinal como la función cognitiva. La dieta mediterránea verde puede retrasar la contracción cerebral relacionada con la edad hasta en un 50 por ciento en 18 meses, dicen los expertos.
En esencia, esta dieta no solo está ganando popularidad gracias a los estudios, sino que también es una opción ideal para quienes buscan adoptar una dieta rica en nutrientes y basada en plantas, al tiempo que minimizan su huella de carbono. De cualquier forma, antes de realizar un cambio drástico en la dieta, es conveniente hablar con nuestro médico, ya que la dieta mediterránea verde no es válida para el todo mundo. O incluso puede que no te gusten los batidos verdes o el té verde. Siempre puedes encontrar una forma de hacer tu dieta más saludable adaptando tus gustos y tus condiciones individuales.
Según un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad Ben-Gurión del Néguev en Israel, la dieta mediterránea verde podría tener unos efectos muy positivos de carra a retrasar el envejecimiento cerebral (apoyando la neurogénesis, reduciendo la neuroinflamación y el estrés oxidativo y retrasando la atrofia asociada con el envejecimiento cerebral).
