Las quemaduras por fricción son un problema común con varias disciplinas. Así que el evitarlas es importante, ya que de no hacerlo pueden pasar varios días alejados de la práctica deportiva. Pero si aún no sabes cómo lograrlo, a continuación te damos un par de medidas para prevenir quemaduras por fricción en el gimnasio y evitar incomodidades al momento de entrenar.
Quemaduras por fricción
Las quemaduras por fricción empiezan dejando una marca roja e intensa en la zona lesionada. Pero con el tiempo, la piel estará rasgada hasta que salga una costra por debajo y se vaya curando. En las primeras fases no solo es una lesión dolorosa, sino que también habría que tener cuidado con las infecciones. Así que es probable que pueda llegar a entrar un organismo patológico.
Durante el proceso de curación no se puede utilizar dicha parte del cuerpo para hacer deporte, por lo que habría que esperar a que se caiga la costra y la piel esté curada. Si intentamos volver antes de lo previsto, solo empeorará y resultará un proceso más largo.
Medidas para prevenir fricciones
Este tipo de quemadura suele presentarse con la barra de dominadas, si caemos, rozamos las rodillas o con cualquier elemento al que se coloque el peso corporal creando una presión demasiado fuerte. Por lo tanto, lo primero que debemos de hacer es llevar elementos protectores. Los guantes dejan los dedos libres y son un elemento clave, ya que la mayoría de las máquinas de gimnasio nos obligan a levantar peso con las manos.
Para evitar los roces y caídas, habrá que utilizar un calzado adecuado. La suela debe adherirse al suelo y no resbalar y, además, tener cuidado con las zonas mojadas. Ahora que si existe un riesgo de caída, otra opción es poner una esterilla acolchada y emplear rodilleras.
Tratamiento quemaduras por fricción
Las quemaduras por fricción son molestas, así que es importante recuperarse cuanto antes y de manera completa para no recaer y sufrir más de lo necesario. Primero habría que evitar que se infecte. Es preciso limpiar la zona con agua y jabón y, secarla con una toalla o gasa limpia para eliminar cualquier resto de suciedad.
Enseguida colocar algún desinfectante y tapar la herida. Esto último debe hacerse con una venda para dejar respirar la herida evitando que se infecte. Los días siguientes, lavar la herida de vez en cuando y, cuando la piel esté sana, aplicar algún producto para hidratar la piel de la zona afectada.
Así que antes de ir al gimnasio, es importante tomar las debidas precauciones e ir con el equipo adecuado para evitar en la medida de lo posible fricciones en la piel.
Imagen: laopinion
