Para que una relación funcione hacen falta dos componentes, la atracción física y psicológica y la admiración, según la psiquiatra Marian Rojas Estapé, experta en terapias familiares, quien describe las claves para que esos elementos se mantengan, cuidando y mimando la relación, desde la más idílica y fácil hasta la más compleja
«¿Por qué hay personas que nos generan confianza y cuya sola presencia nos reconforta? Se trata de ‘personas vitamina’, aquellas que sacan lo mejor de ti, te inspiran, te apoyan y con ello mejoran tu sistema inmune», señala la psiquiatra Marian Rojas Estapé.
«Las personas vitamina contribuyen a aliviar la tensión, cuyo abrazo bien dado puede ayudarnos a sobrellevar un momento complicado, cuya mirada de confianza puede impulsarnos de modo decisivo a superar un reto difícil, y cuyas palabras de ánimo pueden romper la sensación de aislamiento»,
según esta reconocida psiquiatra y escritora.
La doctora Rojas Estapé (Madrid, España, 1983) trabaja en el Instituto Español de Investigaciones Psiquiátricas (IEIP).
Es profesora invitada de la escuela de negocios IPADE en México y se centra en tratamiento de personas con ansiedad, depresión, trastornos de personalidad, trastornos de conducta, así como en terapias familiares.
Es autora del libro ‘Cómo hacer que te pasen cosas buenas’, uno de los más vendidos en 2019 y recientemente ha publicado ‘Encuentra a tu persona vitamina’, donde analiza la estrecha relación que existe entre nuestra felicidad y nuestras buenas relaciones con aquellos que nos rodean.
Estamos diseñados para vivir en familia y en sociedad, para relacionarnos y querernos. Las relaciones humanas nos fortalecen o nos debilitan o pueden hacernos sentir vulnerables.
Gran parte de la calidad de nuestra vida depende de cómo nos relacionamos, de cómo somos capaces de querer y de recibir el afecto de otros, señala.
Y la pareja es una de las relaciones fundamentales de nuestra vida, según esta experta, para quien “el amor, la pasión, la atracción, el deseo, el romanticismo son distintas fases y momentos de la relación entre dos personas donde se genera un vínculo afectivo, físico o de pareja especial”.
Una relación en permanente evolución
«Partiendo de la base de que hemos elegido con acierto a nuestra pareja para una relación y estamos con una persona que nos conviene, podemos mejorar las posibilidades de éxito de la relación«, indica la especialista.
«Mejorarlas más allá del enamoramiento inicial, y transformarla en una ‘pareja vitamina’, que al igual que las ‘personas vitamina’, sea una fuente de crecimiento personal, confianza, inspiración, apoyo y salud», añade.
«Para que una relación funcione hacen falta dos componentes: la atracción física y psicológica y la admiración»,
según Rojas Estapé.
Explica que una pareja evoluciona por los mil avatares de la vida, pero para que siga existiendo ese pegamento que mantiene unido el afecto «es necesario que estos elementos se mantengan o se sigan fomentando».
Añade esta psiquiatra que las parejas tienen una evolución natural y lógica que no siempre es aceptada y «a veces lleva a un punto de incomodidad, por un desgaste natural. En ese momento conviene retomar las riendas y esforzarse en pelear por el otro».
«Necesitamos volver a mirarnos a la cara y decir ‘nos queremos, nos entendemos, tenemos ganas de que esto siga pero nos hemos desgastado. Nos hemos convertido en personas que a veces nos hacemos sufrir en vez de hacernos felices»,
puntualiza.
«Para conservar una relación, desde la más idílica y fácil hasta la más compleja, debemos querer cuidarla y querer mimarla», recalca.
«El éxito de una relación radica en cómo ambos miembros saben salir de los conflictos. En la generosidad a la hora de ceder y perdonar y en cómo se comunican entre ellos«, según Rojas Estapé.
La experta describe cuatro claves que en los momentos de dificultades en la pareja pueden ayudarnos a descubrir si estamos descuidando alguno de los pilares de un amor sano.
Los cuatro pilares de una pareja que funciona
1. Trabaja la comunicación.
Esta experta recomienda prestar atención a cómo hablamos, nos comunicamos y expresamos lo que sentimos.
Aconseja evitar «sacar la lista de agravios y de heridas del pasado».
Advierte que en los enfados, el cerebro saca a luz los golpes, heridas, daños, ofensas, desaires y desprecios que la otra persona nos ha hecho.
“Uno necesita transmitir y manifestar su dolor y su rabia por tantos momentos malos”.
En esos momentos «cuida tus palabras, ya que tienen un impacto directo en la otra persona, en ti y en la consolidación de la relación».
2. Analiza tu sensibilidad.
«¿Cómo te afectan las cosas? ¿Le das vueltas a cualquier comentario negativo? ¿Sufres de forma desproporcionada ante una mala cara o un hecho insignificante?» pregunta esta psiquiatra.
Recomienda dar a las cosas que nos pasan el valor que verdaderamente tienen: «un consejo que nos ayudará en todos los temas de la vida», asegura.
3. Cuidado con la imaginación.
«El 90 % de las cosas que nos preocupan jamás suceden. No son reales, son fruto de la imaginación, pero tienen un impacto directo en nuestro cuerpo», advierte.
«Seguro que le gusta otro/a», «me ignora», «los niños no le importan», «se olvidará de la fecha de nuestro aniversario», «no quiere estar conmigo, prefiere estar con sus amigos/as»,
son algunos ejemplos de diálogos internos tóxicos y perjudiciales, según la experta.
Por eso recomienda a los integrantes de una pareja que, cuando estén bien, en un momento pacífico de la relación, escriban una carta o una nota en el móvil describiendo todo aquello que les mueve a seguir con la otra persona”.
En las etapas malas, releer ese documento se convertirá en un bálsamo para la mente «que nos recuerda lo bueno que tiene el otro y nos aleja de los pensamientos negativos», propone.
4. Presta atención a los detalles.
“El amor se nutre de detalles”, señala esta psiquiatra que aconseja demostrar nuestro cariño y afecto a través de mensajes, caricias, mimos, delicadeza y abrazos.
«Manifestar lo que sentimos, a través de un detalle culinario, unas flores, una nota en la cama, un emoticono, una sorpresa, un rato de calma y paz juntos en un lugar inesperado o una conversación agradable, son alimentos para la relación»,
destaca.
«El que no sabe expresar afecto puede llegar a tener un problema para mantener la relación. Si notas que es algo que no te gusta o te cuesta, pide ayuda, lee al respecto o habla con alguien cercano. Seguro que poco a poco puedes vencer esa barrera», concluye.